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06 de mayo de 2024

Eduardo de Rivas
Eduardo de RivasEnviado especial a Granada

Una noche europea en la Alhambra: selfis, flamenco y Sánchez vestido del rey Boabdil

Borrell fotografió todo aquello que veía mientras Macron llegaba una hora tarde para enfado de la organización

Madrid Actualizada 22:55

La foto de familia de la cumbre de Granada, en el patio de los Leones

La foto de familia de la cumbre de Granada, en el patio de los LeonesEFE

Si hay algo que hace bien la factoría de Moncloa es crear un show alrededor de una cumbre, conseguir que los líderes nunca olviden su paso por España y, por qué no, se vayan con ganas de repetir. Ya lo demostraron en la reunión de la OTAN del año pasado en Madrid y lo han vuelto a hacer para la III Comunidad Política Europea.
Si en 2022 tocaba lucir el Museo del Prado, durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea había que presumir de nuestro monumento más internacional. La cumbre era casi de lo de menos y lo importante era resaltar la tradición y la belleza de la Alhambra para potenciar su imagen como atractivo turístico.
Y ahí estaba Sánchez para ejercer de embajador. Relegó una vez más el papel del Rey, se vistió de presidente de la república y recibió, de la mano de Begoña Gómez, uno por uno a los líderes europeos a las puertas del patio de los Arrayanes. Pocos sitios más representativos dentro de la Alhambra para que los principales mandatarios del continente quedaran impresionados con la belleza del lugar.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, acompañado de su mujer Begoña Gómez

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, acompañado de Begoña GómezEFE

Con cada uno que llegaba, el presidente alardeaba del entorno como si fuera el rey Boabdil y todo aquello fuera suyo, se hacía selfis con el recién estrenado primer ministro de Finlandia y daba inicio a la visita privada de la que disfrutaron los líderes por los palacios nazaríes. Todos ellos. O casi. Sunak abandonó la cumbre con anticipación y se perdió la visita, al igual que Zelenski, que se fue a Kiev tras verse con el Rey. Tampoco estuvo Macron, que llegó una hora tarde con el consecuente enfado de la organización.
El primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, y su esposa Niina Kanniainen-Orpo

El primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, y su esposa Niina Kanniainen-OrpoAFP

Charlas amenas entre unos y otros mientras Borrell fotografiaba cada cosa que veía y Sánchez era secuestrado por el equipo de protocolo para acudir a recibir al Rey. «¿Ya están?», se le escuchaba preguntar mientras se acercaba a la salida de los jardines. Estrechó la mano de Don Felipe y de Doña Letizia, sin reverencia alguna, y los acompañó después hasta el patio de los Leones, donde tendría lugar el besamanos.
Si el de los Arrayanes es representativo, no podía haber escenario mejor que el patio de los Leones para la foto de familia. Ya sin Zelenski, quien asumió el protagonismo fueron Don Felipe y el escenario que se presentaba ante los líderes europeos en el 150º aniversario desde que lo nombraron Monumento Nacional.
El Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola

El Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta MetsolaEFE

Empezaba ya a perderse el sol por las ventanas de la Alhambra, pero aún quedaba mucha noche por delante. Un espectáculo de flamenco a cargo de la cantaora Marina Heredia precedía a la cena elaborada para la ocasión por Paco Morales. Comida con sabor andalusí, obra de un chef cordobés, a cuenta de 140.000 euros para que pocos sean los que olviden la cumbre de Granada. Y tampoco las palabras del Rey, que apeló a la búsqueda de una «paz verdadera» en Europa y no a una basada en «la fuerza de un actor».
El listón ha quedado alto. Difícil de superarlo para la próxima en Reino Unido, aunque, si quieren intentarlo, pueden empezar diciéndole al primer ministro de Albania que mejor que no vaya en zapatillas.
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