El partido mayoritario de Bildu homenajea a los etarras que quisieron volar el tren de Nochebuena

Rostros sonrientes y un «¡Hasta que todos estén en casa!» es el homenaje que Sortu, el partido mayoritario de la coalición Bildu, socio preferente el Gobierno de Pedro Sánchez, ha querido dar a los etarras Gorka Loran y Garikoitz Arruarte que este miércoles han quedado en libertad después de cumplir 20 años de prisión por tratar de volar un tren que pretendía llegar a la estación madrileña de Chamartín en la Nochebuena de 2003.

Los dos etarras tenían sendas maletas llena de explosivos que habían programado para que hicieran explosión cuando el tren que unía Irún y Madrid llegara a la estación de Chamartín. Una de ellas haría explosión unos minutos después de la otra de manera que alcanzara de lleno a los agentes de los Tedax.

Sin embargo, la labor de investigación de la Policía hizo que Arruarte fuera localizado y detenido cuando llegaba a la estación de San Sebastián. El otro etarra sí había logrado depositar la maleta en el tren. Pero la rápida reacción de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lograron que el tren se detuviera cuando a la altura de Burgos y los 180 viajeros que pretendían pasar la Nochebuena con sus familias en Madrid fueran evacuados.

Este miércoles, 20 años después, los dos miembros de ETA han salido de la prisión con buen aspecto, con una amplia sonrisa y la alegría de la formación que dirige Arnaldo Otegi y cuya estrategia política diseña el que fuera último jefe de la organización terrorista, David Pla.

Ni una mención a las 180 personas que estas dos personas pretendían asesinar. Al fin y al cabo, el propio portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López, ha asegurado que «por qué no pensamos que Bildu no es ETA sino que es fruto de la derrota de ETA». Pero la felicitación del principal partido de Bildu es hacia los etarras, no a los 180 pasajeros que salvaron la vida gracias a la eficaz actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.