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19 de mayo de 2024

Rosa Díez en la redacción de El Debate

Rosa Díez en la redacción de El DebatePaula Argüelles

Entrevista

Rosa Díez: «Sánchez se esconde detrás de su mujer para protegerse a sí mismo, es un cobardón»

La expolítica también ha indicado que el presidente del Gobierno «es un psicópata narcisista que no tiene ningún tipo de limitación a la hora de ir tomando sus decisiones»

Rosa María Díez González (Sodupe, Vizcaya, 1952) abandonó la política institucional en 2016, pero sigue comprometida con la sociedad civil. La fundadora de UPyD acudió el pasado mes de marzo en Madrid a una manifestación para exigir la dimisión del presidente del Gobierno, mientras que hace un año publicó Caudillo Sánchez: En el lugar de la historia que le corresponde, donde estudia la psicología del también líder del PSOE. Atiende a El Debate por teléfono para comentar la actualidad política.
– ¿Cómo valora la carta que Sánchez envió a la ciudadanía y sus 5 días de reflexión?
– Estamos ante la reacción de un tipo que ha hecho de la farsa y de la mentira su forma de vivir y de progresar en la vida y en la política. Él, realmente, más allá de lo que dice en la carta, se ha tomado cinco días para preparar la defensa penal y el ataque político. En definitiva, esos cinco días no han sido para reflexionar, sino para preparar su defensa penal y la de sus ministros; algunos de ellos expresidentes de comunidades autónomas inmersos en más que supuestos delitos de corrupción económica y política.
Durante cinco días se ha reunido con sus abogados y sus fiscales de cabecera para preparar su defensa penal. También se ha reunido con sus publicistas y propagandistas para preparar su ataque político a la oposición, a los medios de comunicación libres, a los ciudadanos que expresamos nuestra posición con libertad y –por supuesto– a la Justicia.

Jamás pasó por la cabeza de Sánchez dimitir

– Usted nunca se creyó que fuese a dimitir…
– Es que los caudillos no dimiten. ¿Conoce alguien en la historia a un caudillo o a un gobernante con tintes totalitarios expresados y reiterados que haya dimitido? No. Les llamemos como lo llamemos –se llamen en un momento de la historia césares o en otro momento, populistas o totalitarios– nunca dimiten. Es una cosa que jamás pasó por su cabeza, y creer lo contrario es no ser consecuentes con lo que a veces expresamos sobre la personalidad de este tipo.
Algunos son capaces de creerse que efectivamente se toma cinco días porque está dolido y porque está pensando sobre el futuro. No hombre, no. Los psicópatas no tienen empatía; su característica fundamental es esta. La expresión más exacta de cómo estamos en manos de un psicópata narcisista que no tiene ningún tipo de limitación a la hora de ir tomando sus decisiones y de ir perfilando su estrategia es que ante los graves indicios de corrupción que afectan a su persona, a su Gobierno, a su familia, a su partido, a sus ministros, no ha tenido ningún problema –ningún escrúpulo– en utilizar a su mujer para organizarse una campaña de autobombo y de culto a su personalidad.
Ante todos estos graves indicios de corrupción no ha tenido ningún problema en utilizar a su mujer, y ponerla en el punto de mira, algo que ha hecho con claridad. Su mujer no había aparecido en la prensa internacional ni una sola vez. Y él la ha puesto ahí para organizar una campaña de autobombo.
Rosa Díez en Cibeles

Rosa Díez el pasado mes de marzo durante una concentración en Madrid para pedir la dimisión de Pedro Sánchez

– ¿En qué consiste el punto y aparte de Sánchez?
– Es una amenaza. A veces me da la impresión de que la gente, e incluso los propios medios amenazados directamente, prefieren no darse cuenta de que es una amenaza.
Ellos –que hablan tanto de feminismo– es el colmo del machismo desviar la atención hacia su mujer para protegerse él mismo de sus problemas penales. Es verdaderamente brutal. Ya la carta era amenazante e inusitada –‘me tomo cinco moscosos’– pero ahora ha amenazado directamente para decir que todo lo que pueda hacer lo hará. Y todo lo que le permitamos que haga lo hará. Pero yo observo una cierta ingenuidad.

Sánchez utiliza la perversión del lenguaje. Habla de bulos el mayor emisor de bulos

– Ahora Sánchez ha empezado a hablar de webs, de pseudomedios y de bulos. ¿Qué le parece esta estrategia?
– Es la perversión del lenguaje. Utiliza las palabras para enmascarar la realidad, para hacerse a sí mismo una campaña. Habla de bulos el mayor emisor de bulos, porque el mayor bulo fue su carta, el bulo en esencia.
Considero que todo esto ha sido una constante. Aunque no lo haya expresado, lo ha venido haciendo con los medios. En el Congreso de los Diputados hemos visto al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista negarle la palabra a determinados periodistas. Ahora lo dice de esta otra manera, dentro de esa campaña de esconderse detrás de su mujer. Hay que ser cobarde. Es la expresión del cobardón: un tipo que se esconde detrás de su mujer para protegerse a sí mismo, con declaraciones tan falsas de amor como su propia actitud. Si quieres proteger a tu mujer no la pongas en el punto de mira. Es el cobardón.
¿Por qué utiliza ahora este mensaje? A lo largo de todo el tiempo él ha ido modulando y dando un paso más hacia adelante, al ver que lo que hacía no tenía consecuencias. En su estrategia de amedrentamiento él cree que esto sirve para que mucha gente, muchos periodistas, muchos medios de comunicación, muchos jueces, muchos ciudadanos, nos callemos.
– ¿Cómo afecta al Estado que Sánchez señale a los jueces y diga que ha sufrido lawfare?
– Forma parte de la misma estrategia del totalitario. A lo largo de la historia de los totalitarismos –de los más lejanos y los más cercanos– se conoce; el echar la culpa al otro de lo que ellos están haciendo. O sea, protegerse insultando y calificando a los demás de sus propios actos. Quien mejor lo teorizó fue Goebbels en la teoría los 11 principios de la propaganda.
Él lo utiliza de manera constante, y al parecer con éxito porque no parece que la gente espabile y aprenda. Decimos que es un peligro para la democracia, que es un populista, que se comporta como un caudillo –algunos lo decimos y otros lo piensan pero no se atreven a decirlo– y luego nos empeñamos en tratarlo como si fuera un político al uso con el que uno tiene discrepancias políticas. Lo de este tipo no es de análisis, es de diagnóstico. No puedes esperar de él más que lo propio de personas con esa personalidad. La falta de escrúpulos le permite hacer cualquier cosa. La cobardía le permite esconderse detrás de su mujer, detrás de la democracia, detrás del jefe de Estado. Porque dentro de su estratagema hasta estuvo ir a ver al jefe del Estado para generar confusión.

El PSOE ahora es un rebaño con un macho alfa

– ¿Queda algo del PSOE que usted conoció?
La sigla. Lo único que queda es la marca comercial. Hace mucho que el Partido Socialista desapareció como estructura política con órganos democráticos de control interno, como partido, no solo progresista, sino como partido vertebrador en el sentido de tener una posición común para vertebrar España.
Realmente desapareció con Zapatero. Y Sánchez le ha dado la puntilla. Lo que empezó Zapatero, en ese sentido, Sánchez lo ha rematado a muchísima velocidad, y además aprovechándose de la pandemia. La pandemia le sirvió para tomar decisiones que, con las Cortes abiertas, con la gente en la calle, hubiera tardado más tiempo en tomar. Se podría decir que le vino la pandemia a ver.
El PSOE como organización política hace mucho que ha desaparecido. Ahora es un rebaño con un macho alfa que va y viene según va él; pero sin ningún tipo de organización política viva. No es que haya desaparecido aquel PSOE, es que no existe el PSOE.
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