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Este es el chalet que el hijo de Ábalos se compró con tan sólo 24 años

El chalet del hijo de José Luis Ábalos en La Pobla de Vallbona (Valencia)El Debate

Exclusiva

La UCO descubre que el hijo de Ábalos se compró un chalet de medio millón con tan solo 24 años tras Aldama apuntar a su familia

El empresario sostiene que el exministro usa a su hijo como pantalla para el cobro de comisiones ilegales

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha descubierto que Víctor Ábalos, hijo del exministro José Luis Ábalos, que está siendo investigado por el Tribunal Supremo por la trama de comisiones ilegales a cambio de contratos del Gobierno, se compró un chalet valorado en medio millón de euros cuando tan solo tenía 24 años. El empresario Víctor de Aldama ha aportado al Tribunal Supremo documentos que incriminan al hijo de Ábalos en el cobro de mordidas a través de trabajos de consultoría empresarial que se llevaban a cabo en el extranjero.

El chalet, de 500 metros cuadrados, se ubica en La Pobla de Vallbona, a media hora en coche de la ciudad de Valencia. Varios portales inmobiliarios venden inmuebles similares por precios que oscilan entre los 400.000 y los 700.000 euros. La casa cuenta con dos plantas y cuatro dormitorios, tres baños, salón-comedor, cocina, trastero y garaje. La parcela sobre la que se edifica el inmueble tiene también un jardín con piscina. La vivienda está protegida con un dispositivo de videovigilancia y alarma.

José Luis Ábalos junto a su hijo Víctor, hoy en el punto de mimra por las acusaciones de Aldama

José Luis Ábalos con su hijo Víctor, hoy en el punto de mira tras las acusaciones de AldamaPSOE

El hijo de Ábalos adquirió esta vivienda cuando tan sólo tenía 24 años. En aquel momento, su padre era concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Valencia. Era el año 2004. Este hallazgo de la UCO se produce después de que Aldama declarara en la Audiencia Nacional justo antes de salir de prisión. El empresario contó al magistrado Ismael Moreno que se tenía que poner el foco en el aumento patrimonial que habían tenido varios miembros de la familia del exministro. De hecho fue precisamente la compra masiva de propiedades por parte de Koldo García, asesor de Ábalos, la que hizo que los agentes tuvieran sus primeros indicios de corrupción.

Víctor Ábalos aparece en cuatro ocasiones en las pruebas que Aldama presentó la semana pasada en el Supremo a través de su abogado José Antonio Choclán. Todas ellas apuntaban a la misma dirección: que el exministro, según la versión del empresario, usó a su hijo como pantalla para el cobro de comisiones ilegales. La primera mención es para explicar que participó en el pacto al que Aldama llegó con Ábalos para poner a su nombre un piso de 1,9 millones de euros ubicado en el Paseo de la Castellana de Madrid a cambio de la adjudicación de contratos públicos millonarios desde el Ministerio de Transportes a empresas amigas.

La tapadera de las mordidas

El empresario afirma que el hijo del exministro «requirió varias veces información acerca de cómo se realizaría la transmisión del inmueble». Seguidamente, Aldama explicó que contaba con pruebas para acreditar contratos de consultoría entre constructoras y Víctor Ábalos. Estos contratos, en realidad, eran la tapadera del cobro de comisiones ilegales «por adjudicaciones de obra pública en España». Estos pagos se canalizaban a través de las sociedades Proyectos y Desarrollos Constructivos Especiales SL y External Programmes Consulting SL, ambas propiedad del hijo del exministro.

El Debate publicó hace varios meses que difundía entre empresarios un dosier en el que se ofrecía como intermediario entre «empresas, gobiernos e instituciones» para captar contratos públicos. Ese documento afirmaba: «Desarrollamos dos líneas de negocio claramente definidas: la prestación de servicios de consultoría en el ámbito nacional e internacional y los servicios de intermediación integral entre empresas, gobiernos e instituciones». En el dosier no menciona con qué países en concreto opera, pero sí especifica que su centro de operaciones es Hispanoamérica. También oferta la «organización de misiones y visitas internacionales para entidades y la elaboración de agendas de trabajo y encuentros y reuniones».

De la misma manera, explicaba que ofrece asesoramiento para concurrir a licitaciones públicas. «Consideramos a nuestros clientes como una combinación única de recursos y capacidades heterogéneos, con un propósito de crearles nuevas oportunidades, sabedores que la clave de la rentabilidad reside en explotar las diferencias y no en hacer lo mismo que otras empresas», concluía. Tras su padre ser nombrado titular de Transportes, Víctor Ábalos, miembro de Ceaje Jóvenes Empresarios, fue a su vez designado como vocal de la junta directiva de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE), cargo que mantiene en la actualidad. Desde Ceaje trasladan a El Debate que Víctor Ábalos «nunca ha estado en los órganos de Gobierno y nunca ha sido miembro de la organización» a pesar de que este periódico cuenta con documentación oficial que acredita que el hijo de Ábalos se presentaba como «miembro de Ceaje».

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