Sánchez no logra rentabilizar las ayudas a Valencia en los sondeos por la losa de Aldama

El Gobierno no está rentabilizando la reconstrucción de Valencia todo lo que quisiera, a pesar de haber movilizado ya más de 16.600 millones de euros en las dos primeras fases del llamado Plan de Respuesta Inmediata, Reconstrucción y Relanzamiento, que puso en marcha el pasado 5 de noviembre. Los casos de presunta corrupción que cercan al Ejecutivo, unidos a las declaraciones de Víctor de Aldama, son una losa para los socialistas.

Parte de la ciudadanía parece haber interiorizado la teoría de la oposición de que Pedro Sánchez tuvo su cuota de responsabilidad en Valencia por no haber declarado la emergencia nacional y asumido el mando, con el fin de que el desgaste fuera todo para el Gobierno valenciano. Aunque en el texto del segundo real decreto ley con ayudas el Ejecutivo sí reconocía la «situación de emergencia nacional».

Pedro Sánchez solo ha logrado subir cuatro décimas entre noviembre y diciembre, según el último promedio de sondeos realizado por Electocracia. De manera que enfila el final de año con un porcentaje de voto del 28,53 %, frente al 28,11 % de principios de noviembre. Ello se traduce en una horquilla de entre 117 y 119 escaños, cuando el mes pasado eran entre 115 y 117. En las elecciones generales tuvo tres puntos más.

Ni el mejor de los escenarios, sumando a todos sus socios actuales, Sánchez estaría en condiciones de alcanzar una nueva mayoría de investidura. Tomando la horquilla más alta de Sumar (10 escaños), de Podemos (4 escaños) y del resto (34 escaños), no tendría más de 167. El partido de Yolanda Díaz sube apenas tres décimas en las últimas semanas y el de Ione Belarra baja seis. De ahí que sea tan trascendental para el Gobierno aprobar la senda de estabilidad y los Presupuestos Generales de 2025 para enderezar la legislatura.

Alberto Núñez Feijóo, por su parte, se mantiene por encima del 33 % de intención de voto, aunque le penaliza la gestión de Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana y pierde 0,94 puntos, hasta quedarse con entre 144 y 145 diputados. Una tendencia que ya apuntaba la encuesta que Target Point elaboró para El Debate el 25 de noviembre. Vox también cae tres décimas, hasta el 13,30 % de intención de voto, con entre 40 y 41 escaños. Entre las dos formaciones sumarían ampliamente la barrera de la mayoría absoluta, que está en 176 diputados.

Cabe recordar que, a mediados del mes pasado, Feijóo pactó con el presidente valenciano una especie de cláusula sobre su futuro: si fracasa en la reconstrucción, para la que ha nombrado vicepresidente al teniente general Francisco José Gan Pampols, no optará a la reelección. Desde que Mazón anunció que seguiría, el Gobierno, el PSOE y el PSPV no le han dado respiro. E incluso han pedido a Feijóo reiteradamente que lo cese, ya que él no dimite.

El giro del presidente

En las primeras semanas tras la catástrofe, el presidente del Gobierno intentó mantenerse al margen de la lucha partidista. Los dos primeros paquetes de ayudas aprobados por el Consejo de Ministros —10.600 millones de euros el 5 de noviembre y 3.765 millones el 11 de noviembre— los presentó él desde la sala de prensa de la Moncloa. En ninguna de las dos comparecencias quiso bajar al barro político: «El Gobierno está a lo que hay que estar. A reconstruir desde esta tragedia y relanzar la actividad económica y social aprendiendo la lección: estamos ante una emergencia climática que nos va a exigir lo mejor de nosotros mismos», señaló en la segunda.

Sin embargo, todo cambió en su comparecencia del pasado 27 de noviembre en el Congreso, cuando anunció un tercer paquete de ayudas, líneas de crédito y moratorias (que el Consejo de Ministros aprobó el día siguiente) por valor de 2.274 millones de euros. Ese día, el presidente llamó «inoperante» a Mazón y cargó contra Feijóo por reclamarle la declaración de la emergencia nacional. «Si tan mal cree usted que lo está haciendo el señor Mazón, ¿por qué no le exige que dimita?», preguntó el presidente al líder de la oposición.