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El expresidente Mariano Rajoy, durante su comparecencia

El expresidente Mariano Rajoy, durante su comparecenciaEFE

«Yo no pinto nada aquí»

Rajoy desarma al PSOE y los independentistas en el Congreso: «Han montado este circo por siete votos»

El expresidente del Gobierno comparece en la comisión de investigación sobre la Operación Cataluña, cuya existencia niega, y desespera a los portavoces mostrándose correoso

Gabriel Rufián no se quedó a escuchar el resto del interrogatorio. Acabó su cara a cara con Mariano Rajoy y salió de la sala Prim del Congreso contrariado, resoplando. Ni siquiera él pudo hacer decir al expresidente del Gobierno lo que el expresidente no quería decir durante su comparecencia en la comisión de investigación parlamentaria sobre la Operación Cataluña, otra más. Porque la yo había afirmado Rajoy durante el debate: «Se han equivocado de interlocutor, yo no pinto nada aquí. Aunque esté muy a gusto», señaló.

El expresidente fue correoso y escurridizo hasta el punto de desesperar y desarmar a los portavoces de Podemos, Junts, Bildu, Junts, ERC, Sumar y el PSOE. «Admiro su retranca y su ironía», le llegó a confesar el de Bildu, Jon Iñarritu. Rajoy negó la existencia, ya no digamos el conocimiento o la participación, de la llamada Operación Cataluña y de la ‘policía patriótica’. «En los gobiernos del PP se abrieron muchos sumarios contra el PP. Púnica, Lezo, Gürtel, Bárcenas… si es una policía del PP, qué mal la manejamos», ironizó.

Y exhibió en su defensa la decisión que la Audiencia Provincial de Madrid adoptó el pasado diciembre, cuando dio carpetazo a la última de las querellas presentadas contra Rajoy. «Ante la ausencia de indicios suficientemente sólidos como para sostener la apertura de un procedimiento penal, puesto que se basa en afirmaciones periodísticas y realizadas en medios de comunicación por el señor Villarejo», leyó el expresidente del auto.

Los momentos más tensos se produjeron durante los interrogatorios de Rufián y del portavoz del PSOE, Manuel Arribas, a Rajoy. «Usted antes me indignaba y ahora me da pereza. Aunque le reconozco cierta habilidad para hacer ver que no sabe nada», le espetó el portavoz de ERC, quien llegó a recomendar al expresidente que vaya contratando un abogado, puesto que entre mayo y junio de 2026 se celebrará el juicio del caso Kitchen.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián

El portavoz de ERC, Gabriel RufiánEFE

Éste, en respuesta, le sacó el famoso tuit que Rufián publicó cuando a Carles Puigdemont dudaba si declarar unilateralmente la independencia, el de las «155 monedas de plata». Porque si de algo habló Rajoy fue del procés. «Estoy absolutamente orgulloso de haber parado un golpe de Estado en una región española», sacó pecho. Habló de eso y, también, del Gobierno cautivo del independentismo, como le recriminó al portavoz de Sumar, Gerardo Pisarello.

Una y otra vez, Ione Belarra, Rufián, Iñarritu, Pisarello, Arribas y también el portavoz de Junts, Josep Pagès, se chocaron con un muro; contra un compareciente con demasiadas horas de vuelo parlamentario como para ponerlo nervioso. «Yo por lo visto tenía que conocer lo que hacían 100.000 policías y el presidente del Gobierno no tenía que conocer lo que hacía su ministro de Transportes, el señor Ábalos», le reprochó al diputado socialista. «Ustedes han montado esta comisión por siete votos, porque por siete votos han aprobado también la amnistía. Y por siete votos se dejan humillar por un señor que está fugado de la Justicia española (…). Ésta es la comisión de los siete votos. Por siete votos han perdido ustedes, señores del PSOE, la dignidad, que es lo peor que puede perder un ser humano (...). Espero que al menos no desguacen el Estado», añadió.

Además, tampoco era la primera comisión de investigación en la que comparecía. Rajoy incluso se permitió sugerir a sus interlocutores los temas por los que podían preguntarle. «Pregúnteme qué hice yo para evitar que se aplicara el 155». «Pregúnteme por Andorra (sus supuestas presiones a la Banca Privada de Andorra para que revelara información de Artur Mas, Jordi Pujol y Oriol Junqueras, que él negó categóricamente porque amenazar ‘no es mi estilo’)». «Pregúnteme por mis grabaciones y no por las de otros, sáquelas aquí», invitó al portavoz de Junts, que por momentos cambió el catalán por el castellano en su interrogatorio. A tal llegó el mareo al que le sometió Rajoy.

«Fue un mal presidente, pero es un excelente trilero, porque va escondiendo la bolita», le recriminó el socialista Arribas, que intentó vincular a Rajoy con el comisario Villarejo. Al que, según el expresidente, no conocía y con el que nunca habló. «Tienen ustedes una obsesión ciertamente notable con el señor Villarejo, quizá por eso lo condecoraron en 2010», le respondió.

Al menos, Rajoy pudo promocionar su último libro, Una España mejor, que sacó en medio de su comparecencia y recomendó a todos los diputados. Y también dejó un mensaje para lo venidero: «Hoy en día todo el mundo sabe que la democracia española tiene instrumentos para defenderse y que si hace falta los usa».

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