
Pedro Sánchez este miércoles en Helsinki, junto al primer ministro de Finlandia
Un mera «reflexión»
La Moncloa rebaja las expectativas sobre la ronda de Sánchez con los partidos porque no tiene respuestas
Desde el equipo del presidente adelantan que no facilitará gran información a Feijóo y al resto de los convocados porque no dispone de ella, es «prematuro». «Europa entera tiene dudas», señalan
«Nuestros socios tienen dudas. Nosotros tenemos dudas. Europa entera tiene dudas», resumen desde el equipo del presidente, donde resaltan el «periodo de incertidumbre» de la política internacional. Pedro Sánchez se reúne este jueves en la Moncloa con Alberto Núñez Feijóo y con los responsables del resto de los partidos con representación parlamentaria. Salvo Santiago Abascal, a quien vetó de inicio, y Yolanda Díaz, con quien se entrevistó el martes sin llegar a una postura común.
El Gabinete del presidente envió el martes un orden del día a todos los convocados con los cuatro puntos sobre los que Sánchez quiere hablar. Entre ellos, la «mejora de los sistemas de seguridad y la industria de defensa europea». No obstante, desde su entorno rebajan las expectativas y dan a entender que, por muchas preguntas que tengan Feijóo y los demás convocados, Sánchez no tiene todas las respuestas. O mejor dicho: no tiene casi ninguna.
Así que la ronda de contactos se prevé más un intercambio de pareceres, una «reflexión», puntualizan, más que otra cosa. Y lo mismo la comparecencia que el presidente tiene prevista en el Congreso el miércoles 26 de marzo, puesto que las mismas fuentes reconocen que será «prematura» para responder a cuestiones muy concretas.
Ello en medio de un enorme debate entre los socios de izquierdas e independentistas del PSOE sobre el aumento del gasto en Defensa y los subterfugios de los socialistas para acelerarlo sin pasar por el Congreso, sino únicamente mediante créditos extraordinarios y programas especiales habilitados por el Consejo de Ministros.
La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, garantizó el martes que el incremento de esas inversiones no se hará a costa de recortar el gasto social. Una promesa que también Sánchez hizo a su socia y vicepresidenta segunda en su encuentro de dos horas. Sin embargo, nadie se fía. Y Podemos menos que nadie.
Su líder, Ione Belarra, trasladó ayer a María Jesús Montero durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso: «Ahora será el 2 %, luego será el 3 %, luego será el 5 %... y ustedes seguirán lamiéndole las botas a los Estados Unidos de América. La excusa va a ser el aumento del gasto militar para ejecutar recortes en la sanidad pública, en la educación pública, en la atención a la dependencia, comprometiendo el futuro de la gente de nuestro país. Por ahí, señora Montero, Podemos no va a pasar», advirtió a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda.
La postura de los partidos que integran Sumar no preocupa a los socialistas, porque están convencidos de que estarán «del lado correcto», como informó este periódico. O, al menos, lo estará Díaz, que hoy por hoy es la socia de coalición. Podemos, que incluso está pidiendo la salida de España de la OTAN, les preocupa un poco más. Pero, en cualquier caso, en la Moncloa cuentan con que Feijóo tendrá que apoyarles en esto. «Estamos de acuerdo con el PP en la necesidad de aumentar el gasto en Defensa y cumplir los compromisos. Lo demás es escenificación política del PP», sostienen. «Y si se descuelgan, lo tendrán que explicar muy bien», añaden con cierto aire retador.
Feijóo será el primero en reunirse con Sánchez, después de 15 meses desde la última vez, que fue al comienzo de la legislatura. El Gabinete del presidente calcula 30 minutos —flexibles— con el líder de la oposición y 20 minutos con cada uno de los demás portavoces del PNV, Bildu, ERC, Junts, Coalición Canaria, UPN y el BNG.

Así transcurrirá la ronda de contactos en la Moncloa

La primera en 15 meses
Sánchez concede a Feijóo 10 minutos más que a Bildu y el BNG el jueves para que no se queje
Los populares ya han adelantado que no darán un «cheque en blanco» al presidente. Este miércoles registraron en el Congreso una proposición no de ley para obligar a retratarse a la mayoría de investidura en el próximo Pleno. En ella instan al Gobierno a «reafirmar el compromiso de España con la integridad territorial y soberanía plena de Ucrania» y a «cumplir los compromisos adquiridos por España con la OTAN relativos a la inversión en Defensa —llegar al 2 % del PIB— a la mayor brevedad posible». Pero también a «garantizar» que «cualquier decisión» sobre la guerra de Ucrania o el gasto militar «sea debatida y aprobada por mayoría en el Congreso de los Diputados». En esto último coinciden con los socios del PSOE: un partido con 120 diputados, que ni es el primero en el Congreso ni en el Senado ni tampoco puede hablar por nombre de todo el Gobierno, no debe adoptar decisiones unilaterales.
La UE, un mar de dudas
La Comisión Europea ha propuesto movilizar 800.000 millones de euros para el plan de rearme, pero los países miembros se encuentran en pleno debate sobre qué parte ha de salir de los fondos comunes, qué esfuerzo tiene que hacer cada uno de los Veintisiete en sus respectivos presupuestos nacionales y qué mecanismos les serán facilitados a los países.
A este último respecto, Sánchez es partidario de que Europa no solo conceda préstamos a los miembros a través de la emisión de deuda conjunta, sino también que habilite transferencias directas. Es decir, subsidios a fondo perdido. Una palabra que no gusta a los llamados países frugales. Ni siquiera a Finlandia, a pesar de que comparte más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia. Hasta Helsinki viajó este miércoles Sánchez para entrevistarse con su primer ministro, que evitó dar un apoyo explícito al mecanismo propuesto por el presidente español. En su lugar, se limitó a mostrarse «abierto a todo tipo de soluciones».