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Pedro Sánchez en una rueda de prensa en Ferraz

Pedro Sánchez en una rueda de prensa en FerrazEuropa Press

Voces críticas del PSOE piden a Sánchez que al menos se someta a la cuestión de confianza

«Sánchez es el cinismo llevado al extremo inconcebible. Es capaz de hacer todo lo que sea inimaginable para seguir en el poder», asegura José Luis Corcuera

«La gente, cuando ya se pierde en la información sobre tramas, prevaricaciones y cohechos, simplemente se queda con la idea de que los políticos son todos unos corruptos», escribió Irene Lozano en nombre de Pedro Sánchez en su Manual de Resistencia. Esa idea publicada en 2019 se ha volatizado en 2025 cuando el presidente del Gobierno, en una nueva comparecencia desde Ferraz, ha afirmado sin ningún tipo de rubor que «el PSOE es una organización limpia», cuando tiene a sus dos secretarios de Organización, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, señalados «por delitos de cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y pertenencia a una organización criminal».

Las voces críticas del PSOE que se alzan para solicitar un Congreso Extraordinario del Partido Socialista chocan con el muro del líder. Pedro Sánchez continúa con su hoja de ruta: elecciones en 2027 y Comité Federal para el próximo 5 de julio, ahora en Madrid, en el que anima a todos a que intervengan, ya que «la crítica será siempre bienvenida».

Entre los que discrepan del rumbo que ha tomado Sánchez, que ha afirmado que su deber como «capitán es tomar el timón y capear esta tormenta», está Juan Lobato, senador socialista, que señala que antes de convocar una ronda con los socios del Gobierno de coalición –donde el único partido que se ha desmarcado para no «lavarle la cara» ha sido Podemos–, lo primero que habría que escuchar es al propio PSOE. Ante los micrófonos de Carlos Alsina, en Más de uno, ha incidido en «hacer una reflexión sobre el partido y el Gobierno» y que se ha entrado en una nueva fase constituyente. Por ello, «como han pedido algunos alcaldes, hay que hacer un Congreso Extraordinario» ante la «peor crisis del PSOE en décadas».

Por su parte, Odón Elorza, exmiembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, ha enviado este lunes una carta abierta a Sánchez titulada: «No basta con pedir perdón». Considera que «no valen paños calientes», ni tampoco «contraatacar con la abundante munición de corrupción que arrastra el PP», que ha sido el leit motiv de la rueda de prensa del presidente del Gobierno desde Ferraz. Le insta a que «está obligado a presentar una cuestión de confianza», porque «el miedo no puede atenazar la capacidad colectiva de reflexionar y de ser autocríticos», y «no queda otra opción que pueda servir para mantener la legitimidad del Gobierno».

Esta opción ha sido totalmente descartada por un «Sánchez en estado puro, que no dejará el poder», como afirma el exministro de Interior, José Luis Corcuera, que se encuentra en excedencia del PSOE tras la victoria de Sánchez como secretario general en las primarias de 2017. Recuerda que antes cuando se convocaba el Comité Federal socialista podía durar «más de dos días». Y aunque decían «que Felipe González era como Dios, se podían escuchar voces en contra de sus posiciones hasta un mínimo de un 30 %». Para él, «es difícil que el PSOE se regenere al estar lleno de palmeros que jamás levantan la voz».

Así, casi cuatro días después de que Sánchez, maquillado y cariacontecido, anunciase que había forzado la dimisión del secretario de Organización del PSOE, Cerdán ha presentado el acta de diputado y se ha dado de baja voluntaria de la militancia del PSOE, quizá para que no le pase en algún momento lo que le ha ocurrido a Ábalos, que ha sido expulsado casi un año y medio después de que se le abriera expediente. «La celeridad con la que echó del PSOE a Virgilio Zapatero, al que no le llegará nunca a la altura de la suela de sus zapatos. O al alcalde más votado, Tomás Gómez, que le mandó al cerrajero. Sánchez es el cinismo llevado al extremo inconcebible. Es capaz de hacer todo lo que sea inimaginable para seguir en el poder», asegura Corcuera.

Desde Ferraz, Sánchez se ha enrocado en sí mismo tras pasar unos días en la finca de Quintos de Mora, mientras la Ejecutiva Federal autorizaba a su exsecretario de Organización que vaciara su despacho. Esta vez ya no le ha bastado con pedir perdón y ha subido el tono con el socorrido «y tú más», a la vez que ha retado a la oposición, tanto a Alberto Núñez Feijóo como Santiago Abascal, a que presenten una moción de censura antes del verano. Y como recalca Corcuera, «ese ya se verá quién es más corrupto después del verano, ¡imagínense cualquier cosa del presidente!».

Mientras se celebra el próximo Comité Federal, en su nueva secretaría de transición coral, se encuentran la presidenta del partido, Cristina Narbona; el secretario de Acción Democrática y Transparencia, Borja Cabezón; la secretaria del grupo parlamentario socialista en el Congreso, Montse Mínguez, que defendió a finales de mayo al hasta ahora hombre fuerte de Sánchez; y Ana María Fuentes, gerente del PSOE nombrada por Santos Cerdán. «No descartes que Fuentes, persona de confianza de Cerdán, y señalada en el informe de la UCO, sea el enlace con el exsecretario de Organización caído en desgracia», recalca otro senador crítico con la deriva del partido. E incide: «Otro motivo para que Sánchez se quede es dejar bien atadas las listas al Congreso de 2027. Por eso, muy pocos le tosen».

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