Alberto Núñez Feijóo, durante su exposición en el Curso de Verano CEU-María Cristina
En conversación con Bieito Rubido
Feijóo promete derogar toda la sarta de privilegios y desigualdades concedidos por Sánchez a sus socios
El presidente del PP hace un repaso de 360 grados al sanchismo y a sus propuestas en los Cursos de Verano CEU-María Cristina. «Espero que Sánchez sea un paréntesis oscuro en la historia de España», confía
El curso político da sus últimos coletazos, pero la intensidad política a estas alturas de julio sigue siendo tal que bien parecería que acaba de empezar. Alberto Núñez Feijóo cambió hoy el despacho de Génova 13 por San Lorenzo de El Escorial para hablar largo y tendido sobre el presente y el futuro de España con el director de El Debate, Bieito Rubido, en el marco de los Cursos de Verano CEU-María Cristina.
El presidente del PP dejó claro que, si él gobierna, la próxima legislatura no será «al uso», sino que se arremangará para demoler toda la arquitectura legislativa levantada por Pedro Sánchez y sus socios en estos siete años, en lo que ha venido en llamar su Plan de Regeneración Democrática. «Espero que Sánchez sea un paréntesis oscuro en la historia de España», deseó.
Después de dos días hablando del cupo catalán y de las nuevas cesiones al PNV, Feijóo anunció rotundo: «Todo aquello que vaya contra la igualdad de los españoles se derogará. Todo aquello que suponga un privilegio se derogará». El líder de la oposición apostó por un nuevo sistema de financiación autonómica, pero pactado con todas las comunidades del régimen común. «Este cupo es una decisión contra la mayoría de los españoles. Este Gobierno se dice progresista, pero va en contra de la igualdad. Es un Gobierno regresista», señaló.
De izq a drcha; Javier Tello, Benigno Pendás, Carlota López Esteban, Feijóo, Alfonso Bullón de Mendoza, y Elio Gallego
A propósito de los disturbios de Torre Pacheco, Rubido también le preguntó por la política migratoria que piensa desplegar, en contraposición a la de Sánchez. Feijóo fue muy claro: «Lo que es irregular no puede producir derechos. La inmigración no da carta blanca para cometer delitos. Los que han venido para tensionar y alimentar el discurso de odio no pueden ser bienvenidos. Aquí se viene a trabajar y a insertarse. Un inmigrante irregular que delinque en España tiene que ser deportado de forma inmediata», sostuvo.
Feijóo enumeró algunas reformas perentorias en el Código Penal, a su juicio: reponer los delitos de sedición y de referéndum ilegal, aumentar las penas por malversación y prohibir los indultos por corrupción política. Y fue muy crítico con el Tribunal Constitucional de Cándido Conde-Pumpido: «Algún día reconoceremos los errores históricos de este Tribunal Constitucional», pronosticó.
Escuchaban la conversación, entre el público, el presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza; el director de los Cursos de Verano CEU-María Cristina, Benigno Pendás, también consejero de Estado; el que fuera presidente del Tribunal Supremo entre 2013 y 2022, y del CGPJ, Carlos Lesmes; el director del Instituto de Estudios de la Democracia de la Universidad CEU San Pablo, José Manuel Otero Novas, que fue ministro en los gobiernos de Adolfo Suárez.
También, el director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Javier Tello Bellosillo; la alcaldesa de San Lorenzo de El Escorial, Carlota López Esteban; el exministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa; y el expresidente del Senado, Juan José Laborda.
El presidente de los populares lamentó que Sánchez no tenga una política exterior, más allá de enfadar a Donald Trump y contentar a Marruecos. El reino alauita está presionando al PP en los últimos días, después de que los populares invitaran al líder del Frente Polisario en España a su reciente Congreso nacional del partido. El director de El Debate cuestionó al presidente del PP por su relación con el país vecino, tan necesaria. «¿Peor alguien sabe qué es lo pactado con Marruecos? Desconozco qué es lo que tengo que hacer y cuáles son los compromisos que tengo que mantener, así que no me puedo comprometer», zanjó.
El repaso de 360 grados a la situación de España también incluyó la política de Defensa, tras la reciente cumbre de la OTAN. «No puede ser que la política de Defensa dependa de lo que quieren los socios», lamentó el ponente, e hizo tres propuestas: «Defender la libertad y la democracia en todas partes, el control parlamentario de la política exterior y mantener un vínculo transatlántico», enumeró. También apostó por una ley de lenguas y prometió que el PP «no va a hacer ideología en las aulas». Y se mostró partidario de reformar la ley para que no presentar Presupuestos, como ha hecho Sánchez en 2024 y 2025 -y seguramente también haga en 2026- tengan consecuencias: o bien cuestión de confianza o disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones.
Rubido le preguntó abiertamente por qué el PP y Vox se llevan «tan mal». «Yo respeto absolutamente a ese partido político, quiero que me voten los que han votado a Vox y Vox no es un cordón sanitario para el PP». Feijóo se mostró sorprendido de que a alguien le extrañe que un líder político afirme que quiere gobernar en solitario, y matizó que sabe que necesitará a Vox, pero no en un gobierno de coalición: «Sabemos que el cambio de gobierno será hacer acuerdos con Vox, no lo niego», dijo. «Mi problema no es Vox, es que España necesita un cambio político», continuó. «Tenemos una responsabilidad histórica, que es cambiar el Gobierno. Hay veces que me da la impresión de que los dirigentes de Vox creen que contra Sánchez viven mejor», aseguró también, aunque después incidió en que su relación personal con Santiago Abascal «no puede ser más correcta».
Feijóo empezó la conversación por reconocer que no sabe cuánto le queda a esta «agonía» -en alusión a la legislatura- y Rubido la terminó con el mismo halo de incertidumbre: «Ya veremos en calidad de qué vendrá el próximo año», concluyó.