La exmilitante del PSOE Leire Díaz
Lo previsible
Leire Díez se presenta como «víctima» en el Senado y desvincula al PSOE de sus manejos
La exmilitante socialista aprovecha su comparecencia para promocionar su libro, que ya tiene editorial, y niega cualquier relación con Cerdán, Ábalos y menos aún con Sánchez
Es una comisión de investigación en el Senado, pero Leire Díaz aprovechó su obligada presencia -reclamada por el PP- como primer acto de promoción de su futuro libro. Porque la conocida como «fontanera del PSOE», que nuevamente negó ser tal, insistió en que antes de que acabe el año quiere publicar el resultado de su investigación periodística sobre las cloacas del Estado. La primera entrega, más bien, porque aclaró que tiene material no solo para uno, sino para dos o tres. Dispone, según ella, de dos millones de documentos y 10.000 audios. Y ya tiene editorial, aunque no dio el nombre.
Díaz compareció este lunes en el Senado, en medio de una gran expectación. Era la primera vez que aparecía en público desde el 4 de junio, en aquella accidentada declaración en un hotel en la que el empresario Víctor de Aldama se encaró con ella. La exmilitante del PSOE no se apartó ni un ápice de la versión que viene manteniendo desde que los medios publicaron sus vídeos ofreciendo a un investigado en el caso hidrocarburos un pacto con la Fiscalía a cambio de información sobre el número dos de la UCO, Antonio Balas.
Díaz se empleó a fondo en negar cualquier relación con el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, «ni política, ni personal, ni oficiosa», detalló, y mucho menos trabajar a sus órdenes. Tampoco con Pedro Sánchez. «Yo no tengo contacto con el presidente del Gobierno. No he hablado ni una sola palabra con el presidente del Gobierno», insistió. Con José Luis Ábalos sostuvo tener «cero relación personal», a Koldo García lo conoció en el despacho de su abogado, y de Aldama también se desvinculó por completo. «No lo conocía de nada (...). No tengo ni la más remota idea de qué le pasa al señor Aldama conmigo. No ha hablado conmigo en la vida, ni se ha mensajeado, ni tiene mi teléfono», aseguró.
«Ni estaba bien posicionada ni he tenido nunca un cargo orgánico en el PSOE. Las fotos que han sacado mías con dirigentes son las de una militante más», señaló. «Es evidente a estas alturas que yo no tenía ninguna influencia, que nadie ha mejorado su posición después de hablar conmigo», añadió, ante el escepticismo de los portavoces del PP, Vox y UPN en la comisión, para quienes es evidente que Díaz trabajaba para Cerdán, hoy en prisión provisional. «Soy víctima», aseguró. El senador del PP Alejo Miranda le replicó cuando llegó su turno: «No nos venda milongas. Usted tiene un pacto de silencio con el PSOE».
«Hay un intento intensivo de aparentar que hay una cloaca (del PSOE). No sé si lo habrá o no la habrá, pero, desde luego, esta señora (señalándose a sí misma) no forma parte de ella. Que hubo una cloaca sí, que la hay no lo sé», señaló. Díaz respiró cuando le tocó el turno de preguntar al senador de Junts Joan Josep Queralt, más interesado en que la exmilitante del PSOE hablara de la cloaca del PP que de su relación con Cerdán y sus manejos contra la UCO.
Según la compareciente, la cloaca del PP hizo 176 encargos, y no era el comisario Villarejo el jefe, sino que estaba más arriba -no dio nombres de responsables políticos-. «Con él se ha intentado hacer un cortafuegos». «Aquí había muchos responsables policiales», sostuvo. Díaz recriminó al PSOE que no actuara al llegar al Gobierno: «Tenía que haber hecho un trabajo infinitamente más intenso para acabar con esto. El PSOE se ha equivocado por no poner fin a estas prácticas», lamentó.
De lo que no le interesaba hablar no habló, escudándose en que son asuntos judicializados. Cabe recordar que Díaz está imputada por los audios en los que se la escucha ofrecer favores judiciales a cambio de información comprometedora contra miembros de la UCO y de la Fiscalía, al apreciar presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias. Y deberá declarar el 11 de noviembre.