Tezanos lleva el CIS a su degradación máxima tras siete años al frente más los que le queden a Sánchez

El CIS de José Félix Tezanos alcanzó este lunes su nivel máximo de degradación al contradecir a todas las encuestas privadas y situar al PSOE 15 puntos por delante de un PP hundido en el 19,8 % de intención de voto, según el barómetro de octubre. Ello en medio de una nueva entrega del caso PSOE, por el que José Luis Ábalos y Koldo García deberán declarar otra vez ante el juez Leopoldo Puente. Es la mayor diferencia en esta legislatura.

Los populares no tardaron en retar a Pedro Sánchez a convocar elecciones generales inmediatamente si de verdad se cree los sondeos de su supuesto gurú electoral. Pero es que él es el primero que no se los cree. No en vano, hace poco más de un año el presidente fichó para su Gabinete al reputado sociólogo José Pablo Ferrándiz como subdirector de Análisis Territorial. Hasta entonces era el responsable de Opinión Pública y Estudios Políticos en la consultora Ipsos.

A principios de verano, Tezanos celebró su séptimo cumpleaños en el Centro de Investigaciones Sociológicas. Es, de lejos, el presidente más longevo de los 22 que han tenido el CIS y el Instituto de Opinión Pública (su organismo antecesor). Ha sobrevivido a cuatro vicepresidentes y a 28 ministros que ha visto llegar y marcharse desde el 29 de junio de 2018, incluidos Carmen Calvo, Nadia Calviño, Pablo Iglesias y Teresa Ribera. Y ahí sigue y seguirá: Sánchez está decidido a mantenerlo al frente del organismo público hasta el fin de sus días en la Moncloa, según anticipan fuentes del Gobierno consultadas por El Debate.

De hecho, el pasado mes de abril el Gobierno aprobó una reestructuración del CIS que supuso el ascenso de Tezanos. Hasta entonces, el polémico sociólogo tenía rango de director general. Después, el Consejo de Ministros le dio galones de subsecretario, la categoría inmediatamente inferior a la de secretario de Estado. Según el Portal de la Transparencia, en 2024 se embolsó 103.251,69 euros: 10.000 euros anuales más que el propio Sánchez.

El del presidente del CIS es un nombramiento absolutamente discrecional, regulado por la Ley del CIS de 1995 y sin intervención alguna del Congreso, como sí es obligada para la designación de otros altos cargos. Tampoco tiene limitación de mandatos. «Al frente del Organismo existirá un presidente, que será nombrado y separado del cargo mediante Real Decreto, acordado en Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de la Presidencia», establece el artículo 10. Mientras Sánchez lo quiera ahí, y lo quiere, no hay forma de relevarlo.

El PP le tiene hecha cruz y raya. Si llega a la Moncloa, Alberto Núñez Feijóo está decidido a cesar a Tezanos por la vía rápida, en su primer Consejo de Ministros. Tanto el PP como Vox han llevado a Tezanos a los tribunales por malversación de fondos públicos, pero sin éxito, porque ningún juez ha aceptado la causa. En el verano de 2024, los populares incluso abrieron una comisión de investigación en el Senado por la que han desfilado los más prestigiosos sociólogos, y que sigue en marcha. El próximo lunes comparecerá en ella el catedrático emérito de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Juan Díez Nicolás.

En paralelo, el PP ha impulsado una proposición de ley en el Congreso para reforzar la independencia del CIS y evitar otro Tezanos en el futuro. En mayo, el Pleno del Congreso aprobó su toma en consideración porque Junts votó con el PP, Vox y UPN y decantó la balanza. No obstante, la iniciativa está ahora en la Comisión Constitucional y puede salir adelante o no.

Los populares sugieren que, antes de ser designado, el candidato a presidir el CIS comparezca en Comisión en el Congreso para que los diputados puedan examinar su «experiencia, formación y capacidad». Previo informe de los servicios jurídicos de la Cámara. Después, los miembros de la Comisión votarían: si el candidato no recibiera el apoyo de la mayoría absoluta, el Ejecutivo tendría que proponer a otra persona.

Además, para evitar las puertas giratorias, los populares proponen que no pueda ser elegido nadie que en los cinco años previos haya sido cargo público o «cargo orgánico alguno en ningún partido político u organización sindical». Cuando Sánchez nombró a Tezanos, éste era secretario de Estudios y Programas en el PSOE. De hecho, su primera intención fue compatibilizar ambos cargos, aunque finalmente desistió días después de ser nombrado, por la presión interna. Lo comunicó así: «En la adopción de esta decisión he valorado, de manera especial, la necesidad de preservar la buena imagen del CIS y su credibilidad y reputación institucional». Sus palabras no han envejecido demasiado bien.