Este es el local que José Luis Ábalos compró en Valencia con dinero en efectivo
Investigación
La Guardia Civil vincula el dinero de los sobres que el PSOE pagó a Ábalos con la compra que hizo de un local en Valencia
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil investiga si el exministro José Luis Ábalos, investigado por corrupción en el Tribunal Supremo, pagó la señal de un local en Valencia con el dinero que el PSOE le entregó durante varios años en sobres con efectivo. Tal y como ha podido saber El Debate, la hipótesis de los investigadores se basa en que no han encontrado rastro sobre cómo efectuó el abono económico. El inmueble, cuya compra se produjo el mismo año en que la trama se nutrió del contrato de mascarillas adjudicado por el Ministerio de Transportes, es en la actualidad el espacio que Ábalos utiliza para aparcar su vehículo particular.
Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, el exministro adquirió el local, situado en la Avenida Constitución de Valencia, a la mercantil Metalúrgica Cerrajera del Mediterráneo SL, representada por Valeriana García Fernández, el 23 de marzo de 2020. En el contrato privado de compraventa fijó un precio total de 110.000 euros distribuidos del siguiente modo: 20.000 euros como señal de la compraventa y 90.000 euros «que se entregarán en efectivo o mediante transferencia en el momento de otorgarse la escritura pública».
La operación se formalizó meses después, el 8 de julio de 2020, ante notario. En esa fecha, tal y como consta en las pesquisas policiales que ha llevado a cabo la Guardia Civil, se emitieron dos cheques bancarios por un total de 77.215 euros (uno de 27.215 y otro de 50.000) a favor de la sociedad vendedora. A su vez, la cuenta conjunta de Ábalos y su entonces esposa, Carolina Perles Miñana, recibió ese mismo día 50.000 euros procedentes de un préstamo personal vinculado a la compra del inmueble. Sin embargo, los investigadores no han localizado movimiento bancario alguno que justifique el pago de los 20.000 euros iniciales, lo que ha llevado a la UCO a incluir la operación dentro de las diligencias patrimoniales del exministro.
De esta manera, los agentes vinculan directamente el pago de la señal con el dinero en metálico que el PSOE entregó a Ábalos durante su etapa como secretario de Organización. En concreto, los investigadores han cuantificado que el exministro percibió del PSOE, al menos, 19.638,97 euros en efectivo bajo el concepto de «liquidaciones de gastos». "El análisis de las evidencias digitales ha corroborado que parte de estas liquidaciones se entregaron en efectivo mediante sobres”, precisa el informe. Los agentes sostienen que ese dinero en sobres coincide temporalmente con la adquisición del local y plantean que la señal inicial pudo abonarse con parte de esas entregas en metálico.
La Guardia Civil detalla, además, que en el domicilio del empresario Víctor de Aldama se hallaron archivos digitales que contenían el contrato privado de compraventa del local. Para los agentes, la presencia de ese documento en los equipos de Aldama refuerza la conexión entre ambas investigaciones, ya que coincide con el periodo en el que el entorno del exministro gestionaba los contratos de mascarillas del Ministerio de Transportes. El contrato y el documento del préstamo bancario se han incorporado a la investigación para determinar si el origen del dinero utilizado en la operación inmobiliaria procede de fondos partidarios o de comisiones ilícitas derivadas de la trama de las mascarillas. En este sentido, los agentes apuntan a dos posibles hipótesis. O bien que la entrada para pagar el inmueble se abonara con parte del dinero en efectivo que Ábalos cobraba periódicamente del PSOE o que ese importe procediera de las comisiones ilegales que, según los investigadores, Aldama habría pagado al exministro.
El propio Aldama declaró en sede policial haber entregado hasta 450.000 euros en comisiones a Ábalos «por su intermediación en adjudicaciones de emergencia durante la pandemia». Los investigadores también analizan la reforma que Ábalos encargó en el local poco después de adquirirlo con el fin de adecuarlo como garaje privado y trastero personal. Durante el registro de la vivienda del exministro, que se encuentra en el primer piso del edificio, los agentes localizaron material que acredita la contratación de un arquitecto para ejecutar la obra, cuyo coste y forma de pago están igualmente bajo revisión.
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