El ministro Óscar Puente junto a la vicepresidenta primera en el Pleno de este jueves
Una votación de infarto
El Gobierno salva in extremis y por un voto su calendario de cierre de las nucleares gracias a Junts
Los de Puigdemont se abstienen y cierran el paso a una enmienda del PP a la Ley de Movilidad Sostenible que habría supuesto una prórroga
Junts emite señales en busca de un movimiento de Sánchez que le permita volver
Siempre que llueve sobre el tejado del Gobierno, Junts acaba ayudando a que escampe. Lo hacía antes de su supuesto «bloqueo total» a la legislatura y lo sigue haciendo también después. Al día siguiente de que su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, llamase «cínico» e «hipócrita» a Pedro Sánchez desde la tribuna, el partido de Carles Puigdemont rescató al Ejecutivo de una derrota que habría sido muy dolorosa.
La abstención de Junts permitió al Ejecutivo salvar in extremis, y por un solo voto de margen, su calendario de cierre de las centrales nucleares. Ello porque no prosperó una enmienda que el PP había introducido en el Senado a la Ley de Movilidad Sostenible para prorrogar la vida útil de las centrales nucleares de Almaraz, Ascó I y Cofrentes. El resultado fue de 171 votos a favor de la enmienda (PP, Vox y UPN) y 172 en contra. También resultó clave el voto del hoy diputado del grupo mixto José Luis Ábalos, que como viene haciendo siempre votó lo mismo que sus excompañeros del PSOE.
El Ejecutivo también consiguió gracias a Junts cerrar el paso a otra de las enmiendas del PP; una que abogaba por la congelación de las tasas aeroportuarias para el periodo 2027-2031. En este caso, la votación fue más holgada porque los de Puigdemont no se abstuvieron, sino que votaron en contra: 169 a favor de la enmienda y 178 en contra.
La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras
Pero no todo fueron alegrías para el Gobierno, puesto que se dejó algunos pelos en la gatera. Sí prosperaron una enmienda que obliga al Ministerio de Transportes a recuperar los criterios de puntualidad e indemnizaciones de Renfe, que éste modificó el pasado 1 de julio ante la avalancha de retrasos (votaron a favor Vox, ERC, Junts y Podemos). Y otra para garantizar las paradas, horarios, frecuencias y rutas actuales del transporte estatal por autobús en los pueblos (votaron a favor Vox, UPN, Junts y el PNV).
Pedro Sánchez fue al Congreso a votar ante lo ajustadísimo de las votaciones del Pleno. El PSOE y Sumar celebraron el resultado de la enmienda sobre las nucleares con un prolongado aplauso de alivio, porque durante toda la mañana no lo veían nada claro. El ministro de Transportes, Óscar Puente, respiró al final de la mañana.
Intriga hasta el final
Junts mantuvo la incógnita de su voto hasta la hora crítica. El 8 de octubre, la Ley de Movilidad Sostenible había salido del Congreso hacia al Senado con el voto favorable de Junts y la abstención de Podemos. Sin embargo, a su paso por la Cámara Alta, el PP aprovechó su mayoría absoluta para introducir decenas de enmiendas, algunas con la aquiescencia de Junts.
Así pues, lo que estaba en juego en el Pleno de este jueves en el Congreso era que algunas de esas enmiendas fueran incorporadas al texto final o no. Como entre medias Junts anunció la ruptura con Sánchez, ratificada por su militancia, su comportamiento en el Pleno de hoy era un misterio.
Su abstención redunda en la información que este jueves publica El Debate acerca de que los de Puigdemont han empezado a emitir señales en busca de un movimiento de Sánchez. Ésa fue la sensación que quedó en flotando en el ambiente tras la sesión parlamentaria del miércoles: que Junts está deseando una acción del presidente, algo que llevarse a la boca y que dar a comer a su electorado independentista. Una pista de aterrizaje que permita a los de Puigdemont volver a sentarse a la mesa del Gobierno mientras proclaman que han logrado torcer el brazo a los socialistas.
Durante el debate de las enmiendas a la Ley de Movilidad Sostenible, el diputado de Junts Isidre Gavin tuvo una intervención un tanto contradictoria: señaló que cerca del 60 % del suministro eléctrico de Cataluña depende de las nucleares y que, precisamente por eso, había «muchos» argumentos para votar a favor o votar en contra de la medida.
Por su parte, la diputada del PP Ana Martínez Labella criticó la «cerrazón» de los socialistas con la energía nuclear. Una postura que es contraria a la que mantiene el PSOE de Extremadura, partidario de la prolongación de la vida útil de la central de Almaraz una vez que la han solicitado formalmente sus dueños. El rechazo definitivo del PSOE y sus socios a esa prórroga se produce en medio de la precampaña de las elecciones extremeñas, y a buen seguro será utilizado por la presidenta, María Guardiola, en contra de los socialistas. De hecho, la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, colgó este mensaje en X al término de la votación:
Por parte de Vox, la diputada Carina Mejías señaló que ésta es la ley de los «ecopijos». «No existe ningún derecho a la movilidad sostenible que no tuviéramos antes. Lo que pretende es imponer un sistema de peajes encubiertos que impacta sobre las clases trabajadoras», denunció. Y Eloi Badia, de Sumar, afirmó: «Mantener las nucleares frena las renovables y la planificación energética y pone en riesgo 300.000 millones de euros en renovables hasta 2030».