La ministra Elma Saiz se ha estrenado este martes como portavoz del Gobierno
Un discurso falaz
El Gobierno rechaza la abstención propuesta por Ibarra y queda retratado en su incoherencia con Vox
La nueva portavoz del Ejecutivo, Elma Saiz, se estrena intentando soplar y sorber a la vez: lamenta el crecimiento de los de Abascal pero cierra la puerta a la posibilidad que tenía el PSOE para frenarlo
El expresidente extremeño que lograba mayorías absolutísimas de hasta el 53 y el 54 % de voto, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, puso el lunes al Gobierno y a su formación ante el espejo de su incongruencia. Y esta vez lo hizo en los órganos del partido -en la Ejecutiva del PSOE de Extremadura, en concreto-, que es lo que Ferraz recrimina siempre a los pocos críticos que quedan: que salgan en los medios y no vayan a las reuniones.
La propuesta de Rodríguez Ibarra de que los 18 diputados socialistas se abstengan y permitan a María Guardiola ser investida sin necesidad de Vox ha caído como una patada en el Ejecutivo y el PSOE. Porque visibiliza que el PSOE sí puede hacer algo ante el avance de Vox, si realmente está tan preocupado como dice. Pero es que no quiere. Es que, en realidad, Pedro Sánchez siempre ha hecho por alimentar al partido de Santiago Abascal, nunca por lo contrario.
La nueva portavoz del Gobierno, Elma Saiz, se estrenó en el cargo tratando de soplar y sorber a la vez. Por un lado, lamentó que la «ultraderecha» haya duplicado su presencia en Asamblea de Extremadura. «Me duele como demócrata», sostuvo. Pero, por el otro, cerró la puerta a una abstención del PSOE: «Fue el PP quien decidió, de manera innecesaria, esta convocatoria electoral. Así es que responsabilidad hay que pedir al responsable, al PP del señor Feijóo y de la señora Guardiola. El PP no solo está pactando con la ultraderecha, está llevando a cabo políticas de ultraderecha», sostuvo Saiz.
Oficialmente, la última palabra la tendrán los militantes del PSOE de Extremadura. Extraoficialmente, la decisión está más que tomada: no hay debate interno posible sobre esa hipotética abstención. «La irresponsabilidad es de quien adelanta y acaba más atado a la extrema derecha», insisten en el Ejecutivo.
En cualquier caso, los de Guardiola nunca han contado con que el PSOE vaya a facilitar la investidura de la ahora presidenta en funciones; por más que Vox también coquetee con esa idea para situar a populares y socialistas en lo que los de Santiago Abascal llaman despectivamente «el bipartidismo».
Lo que busca Guardiola es un acuerdo con Vox no solo de investidura, sino que dé estabilidad a la legislatura. O, al menos, a la primera parte, puesto que dentro de nada tendrá que presentar los Presupuestos de 2026 a la Asamblea de Extremadura y necesitará a los 11 diputados de Vox.
En esa misma rueda de prensa, la nueva portavoz hizo un llamamiento a la ciudadanía para que lo ocurrido en Extremadura no se repita, en un contexto de precampaña en Aragón. «¿Son los resultados que se esperaban?, evidentemente que no. También le diré que está en nuestra mano que esos resultados cambien. El PSOE es el partido con mayor tradición en nuestro país», presumió.
El Consejo de Ministros de este martes era el último del año. El Gobierno aprobó en él una prórroga de las medidas del llamado «escudo social» y el nuevo abono transporte para los trenes. Tendrá que llevar ambos al Congreso en enero, a un Pleno extraordinario, para su convalidación. El próximo Consejo de Ministros será el miércoles 7 de enero. Hasta entonces, el presidente solo aparecerá para su tradicional mensaje a las tropas en el exterior y en la Pascua Militar del 6 de enero.