Varios turistas en las inmediaciones de la catedral de Palma

Turistas pasean en las inmediaciones de la catedral de PalmaEuropa Press

Baleares registra la primera caída de la presión humana estival desde la pandemia

El verano de 2025 cerró con una media de 2 millones de personas al día, un leve descenso respecto de 2024

El verano de 2025 ha traído algo de respiro a Baleares. El Indicador de Presión Humana (IPH), elaborado por el Instituto de Estadística de Baleares (Ibestat), registró en agosto una media diaria de 2.005.000 personas en el conjunto del archipiélago, un valor ligeramente inferior al del mismo mes del año anterior. El día de mayor afluencia fue el 6 de agosto, con 2.062.787 personas, mientras que el de menor carga se dio el 31 de agosto, con 1.861.821.

Coincidiendo con la participación de la presidenta del Gobierno balear en la Feria Mundial de Turismo de Londres (World Travel Market), Baleares presenta sus credenciales en un momento clave en que el verano de 2025 ha registrado la primera ligera reducción de la carga demográfica en temporada alta desde la pandemia de la Covid-19.

Dejando al margen el atípico año 2020, la presión humana ha disminuido de forma consecutiva en los meses de junio, julio y agosto. Este comportamiento sólo se había observado en 2009. Además, el máximo de agosto ha descendido en apenas cuatro ocasiones en toda la serie histórica: 2009, 2013, 2018 y ahora, 2025.

La tendencia apunta a una estabilización tras años de incremento constante, aunque la movilidad y afluencia de personas siguen siendo muy elevadas. La carga máxima llegó a ser 2,2 veces superior a la mínima, lo que ilustra la intensidad de la población flotante en los meses centrales del verano. Una presión que condiciona la planificación de servicios esenciales como el transporte, la sanidad o la gestión ambiental.

El comportamiento del IPH no ha sido uniforme. En Ibiza y Formentera, el conjunto del mes de agosto se ha caracterizado por una reducción notable de los valores máximos, con una caída del 4,6 % en Ibiza y del 3,8 % en Formentera respecto al año anterior. Por el contrario, Mallorca muestra una ligerísima subida del 0,1 % en su pico de ocupación y del 0,3 % en el mínimo, mientras que Menorca refleja un descenso leve en ambas variables.

En el conjunto del periodo enero-agosto, la relación entre los valores extremos se mantiene prácticamente estable: la carga máxima representa 1,7 veces la mínima en el total del archipiélago. En Menorca, esta ratio se sitúa en 2,3, y en Ibiza-Formentera, en 2,2, cifras que confirman una dinámica similar a la de 2024.

Los responsables estadísticos insisten en que, pese a la ligera bajada, la presión humana sobre las islas sigue siendo muy alta y continúa impactando tanto en la calidad de vida de los residentes como en la sostenibilidad de los recursos naturales.

El turismo de Baleares ha entrado en una nueva etapa con menos presión en los meses de verano, más actividad en temporada media y baja, y una apuesta por la calidad frente a la masificación, defienden desde el Gobierno balear de Marga Prohens desde la World Travel Market de Londres.

La presidenta, Marga Prohens, y el consejero de Turismo, Jaume Bauzà, reivindicaron este martes en la feria turística que el modelo balear «se consolida» en torno a la sostenibilidad y la convivencia, mientras se refuerza el control sobre la oferta ilegal con la creación de una mesa autónoma contra el intrusismo.

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