Los líderes de Vox, Ignacio Garriga (c); del PPC, Alejandro Fernández (i); y de Ciudadanos, Carlos Carrizosa (d), escuchan una intervención del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
PP y Ciudadanos negocian para presentarse juntos a las elecciones catalanas
La formación naranja apuesta por una «plataforma», mientras que el PP piensa en una integración
Desde el PP aseguran a El Debate que no «es cierto» que el nombre de Arrimadas esté encima de la mesa
PP y Ciudadanos mantienen contactos para intentar aglutinar el voto constitucionalista de cara a las elecciones catalanas. De hecho, ya hay negociaciones, prácticamente desde el mismo día en que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, anunció que iba a avanzar los comicios, que se celebrarán el 12 de mayo. Y buena predisposición, hay. A partir de aquí se abren muchos interrogantes. ¿Esta vez será finalmente la vencida? ¿Cómo se puede articular esa unión? ¿Qué papel pueden jugar los dirigentes de Ciudadanos, que es el partido que está en una posición más débil? ¿Quién podría ser el candidato o candidata?
Para empezar, lo que pone encima de la mesa Ciudadanos es una especie de gran coalición del constitucionalismo, una plataforma en la que puedan tener cabida miembros de partidos políticos y de la sociedad civil constitucionalista. No es la primera vez que la formación naranja plantea algo así, teniendo en cuenta que ha ido desapareciendo del mapa político elección tras elección. Y las encuestas, en Cataluña, no los dejan bien parados. No les dan representación.
Una unión que también entidades han pedido a los propios partidos, especialmente en provincias como Gerona o Lérida, donde al estar atomizado el voto constitucionalista se acaba «perdiendo» y los partidos de este bloque no consiguen representación, siendo los grandes beneficiados los separatistas.
Desde Ciudadanos dejan claro que van a trabajar «en la formación de un frente constitucionalista amplio, transversal e ilusionante que ponga fin a estos más de 40 años de nacionalismo en la Generalitat». El objetivo sería formar un «bloque constitucionalista ganador» impulsando, ante esta ocasión que califican de histórica, «alianzas con otras formaciones políticas y con la sociedad civil» para superar la etapa de enfrentamiento que ha caracterizado a la sociedad catalana los últimos años.
Desde el Partido Popular no están por la labor de la coalición o de una plataforma, y apuesta por mantener sus siglas, por la integración. En definitiva, porque miembros de Ciudadanos puedan formar parte de las listas del PP. No sería la primera vez. La diputada popular en el Parlament, Lorena Roldán pasó por Ciudadanos. De hecho, ganó las primarias de la formación naranja para ser candidata a la Generalitat, pero en un volantazo de la dirección, el elegido fue Carlos Carrizosa.
Y más recientemente, y sin solución de continuidad, Nacho Martín Blanco pasó de Ciudadanos a encabezar la lista del PP por Barcelona al Congreso. Las expectativas para los populares son buenas. Las encuestas le dan, de media, unos 12 escaños (actualmente cuenta con tres diputados), y de ahí que consideren que desde Ciudadanos pueden exigir más bien poco.
Arrimadas, no
Luego está el capítulo de nombres. En las últimas horas, ha circulado el de la exlíder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, como una de las apuestas del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que se incorpore a las listas del PP. «Eso no es cierto»: así de contundente se ha referido un miembro de la dirección de los populares en Cataluña a esta posibilidad, y que ha sido consultado por El Debate.
A partir de aquí, otros miembros o exmiembros de la formación dudan de que la incorporación no solo de Arrimadas, sino de otros miembros de Ciudadanos puedan aportar algo. Recuerdan precisamente los casos de Roldán o de Martín blanco, y los resultados no fueron precisamente los mejores. Se esperaban mucho más, sobre todo en el caso de las elecciones generales, donde el PP no alcanzó las expectativas que se habían generado.
Y luego está el caso de Inés Arrimadas. Recuerdan que si puede ser «símbolo» de algo, es de dejar «abandonados» a quienes la votaron, al irse a Madrid; y es que a pesar de ganar las elecciones catalanas en 2017, y a diferencia de lo que ha hecho Feijóo tras las últimas generales, apuntan estas fuentes, no hizo ni el amago de presentarse como alternativa, de presentar su candidatura.
Y eso, precisamente, que no se haya ido en momentos complicados, es lo que las bases destacan del actual presidente del PP catalán, Alejandro Fernández. Por cierto, aquí también puede haber cierto debate. El PP aún no ha proclamado a ningún candidato. Quizás hace algunos meses podría haber más dudas, de hecho Alberto Núñez Feijóo quería hacer cambios y relevar a Fernández, a quien le ofreció ir a las listas en el Congreso.
Y este respondió agradeciendo el ofrecimiento, pero dejando claro que «me quedo en Cataluña. En su momento, fui muy crítico con aquellos políticos que, a la primera dificultad, se fueron a Madrid y dejaron aquí una enorme sensación de abandono. Yo no caeré en semejante error». También, por cierto, en clara referencia a la marcha de Inés Arrimadas y de otros dirigentes de Ciudadanos.
En cualquier caso, en las últimas semanas parece haberse reconducido la situación y quien tiene más papeles para ser el candidato a la Generalitat es Fernández, aunque fuentes populares tampoco descartan otras opciones y aseguran que Feijóo está «explorando» el terreno. Pero, como decíamos, el actual presidente del PP tiene el apoyo de buena parte de sus bases.
En el horizonte también están las elecciones europeas. Las conversaciones con Ciudadanos también afectarían a estos comicios. Los populares no verían con malos ojos que eurodiputados como Adrián Vázquez o Maite Pagazaurtundúa pudieran ocupar primeros puestos de la lista. En este caso, los contactos los llevarían Vázquez y Esteban González Pons.
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