El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès
Elecciones Cataluña 2024 Aragonès insiste en un modelo de financiación singular como País Vasco y Navarra, «ni más ni menos»
Pregunta a Salvador Illa por qué prefiere el «café aguado y descafeinado» con relación a la financiación
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, defiende su propuesta de financiación «singular» para Cataluña, que va en la línea del modelo foral que tienen el País Vasco y Navarra, «ni más, ni menos». Así lo ha asegurado durante una conferencia en el Colegio de Economistas, en la que también ha dejado claro que acabar con el «déficit» fiscal no es «ningún privilegio», sino una «cuestión de justicia» y una «obligación». También se ha mostrado convencido de que será «una realidad» esta legislatura.
En este sentido, se ha preguntado: «¿Por qué les parece bien mantenerlo? ¿Por qué no podemos administrar nuestros recursos como sí hacen en País Vasco y Navarra?» Lo hacía interpelando directamente al PSC, y a su líder y candidato a las elecciones del 12-M, Salvador Illa, a quien Aragonès ha acusado de preferir el «café aguado y descafeinado para todos» en materia de financiación. Y ha dejado claro el presidente de la Generalitat, que los servicios públicos catalanes «no deben depender de los barones socialistas o del Partido Popular».
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (i), y el primer secretario del PSC, Salvador Illa (d), en la firma del último acuerdo de presupuestos
No molestar a barones del PSOE y PP
Precisamente Aragonès ha acusado a Illa de defender una opción que está más pensada para «no molestar» a algunos de esos barones, como a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o de Castilla la Mancha, Emiliano García-Page. Y ha insistido en su idea de por qué se tiene que considerar un privilegio una financiación «justa» para Cataluña cuando se trata de «una cuestión de responsabilidad y se convierte en una obligación».
El presidente ha criticado que la idea de «una década perdida» en Cataluña se alimenta desde territorios competidores y ha defendido que no hay década perdida cuando la economía catalana es más fuerte que hace diez años. «Es un mensaje de desconfianza que no se corresponde con la realidad, pero que se convierte en un peaje añadido en términos de reputación para el conjunto del tejido productivo», ha sentenciado.
Por lo demás, Aragonès ha insistido en la idea de que hay que aprovechar la «oportunidad» de la legislatura española, ya que la continuidad del gobierno de coalición entre PSOE y Sumar necesitan los votos de los independentistas y están abiertos a negociar. Por este motivo, considera que la situación es muy diferente a la de 2012, cuando Artur Mas planteó un modelo de financiación parecido a Mariano Rajoy.
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