La crispación de la izquierda obliga a incrementar un 21 % el dispositivo de seguridad del 9 de Octubre en Valencia

La ciudad de Valencia se enfrenta a un 9 de Octubre sobre el que la propia alcaldesa María José Catalá no esconde que se celebra en un ambiente es «especialmente convulso». La crispación social alentada por la izquierda por la gestión política de la dana marca un dispositivo de seguridad que incrementa en más de un 21 % el número de agentes que velarán por la seguridad los días 8 y 9 de octubre. Contrasta este incremento con mensajes como el de Vicent Mascarell llamando al boicot a Mazón en la Procesión Cívica de Valencia.

El Ayuntamiento de Valencia ha acogido la junta de seguridad local en la que ambas administraciones coordinan el dispositivo de agentes para la fiesta del 9 de Octubre. Es imposible negar que la celebración d 2025 llega marcada por diversos factores de agitación social, entre ellos las sucesivas protestas que la izquierda convoca contra Carlos Mazón por la gestión de la dana. Ante unas manifestaciones cada vez más solitarias, por su marcado carácter político y escaso recuerdo real a las víctimas, se presenta la oportunidad de agitar socialmente la calle para provocar una ola de protestas hacia la figura del presidente de todos los valencianos. Es decir, utilizar políticamente una fiesta de orgullo y sentimiento valenciano.

Es por ello que tanto el Ayuntamiento de Valencia como la Delegación del Gobierno se han visto en la obligación de incrementar notablemente el número de agentes que intentarán impedir que las llamadas al boicot o a cualquier protesta política acaban desluciendo un día de fiesta grande.

Por parte del Consistorio que dirige María José Catalá se aportan 509 efectivos, (446 Policía Local, de los que 286 se dedicarán a los servicios ordinarios y 160 a los operativos, y 63 Bomberos y voluntarios de Protección Civil), mientras que por la parte de Pilar Bernabé se ha anunciado un despliegue de 1.800 efectivos de la Policía Nacional. Además, habrá agentes de la Guardia Civil de Tráfico controlando las entradas y salidas de la ciudad de Valencia.

2.300 agentes intentarán impedir que la agitación de la izquierda empañe la fiesta de todos los valencianos, pero también que otras causas políticas desvirtúen la celebración. También se tendrá especial atención a la reciente oleada de protestas contra Israel, que por ejemplo obligaron a cancelar la finalización de la Vuelta Ciclista a España en Madrid o las manifestaciones catalanistas convocadas para la tarde del 9 de Octubre en Valencia.

Si hace un año la mañana del 9 de Octubre fue un momento de paz y armonía, para este año se prevé una jornada festiva en la que tanto por la mañana como por la tarde la atención debe ser máxima para que no haya ningún incidente.