Fotomontaje de un Eurofighter y la Fragata Canarias (F-86)

Fotomontaje de un Eurofighter y la Fragata Canarias (F-86)

Armada española | Ejército del Aire  Eurofighter y F-18 contra fragatas en el Mar de Alborán

un conflicto de alta intensidad en el golfo de Cádiz y el mar de Alborán. O lo que es lo mismo, una guerra abierta que afecta a gran parte de la población y el territorio de un país. Este es el escenario que ha simulado el ejercicio MAR-23-2, en el que se ha dado una batalla que no se produce todos los días. Fragatas contra Eurofighter y F-18, defensa contra misiles y bombas lanzadas desde aeronaves, tiro de cañón contra blancos de superficie y escolta de buques civiles. Las fragatas Santa María, Numancia y Canarias se han batido el cobre.
La fuerza naval ha llegado a contar con hasta cinco buques en la mar, cuando se incorporaron la fragata Victoria y la corbeta de la Marina Real Saudí Hail. Este último es uno de los buques encargados por Arabia Saudí a Navantia, y se encuentra en fase de adiestramiento avanzado dirigido por la Armada.
La fragata C anarias de la Armad y un Eurofighter del Ejército del Aire

La fragata C anarias de la Armad y un Eurofighter del Ejército del AireMinisterio de Defensa

La participación de cazas Eurofighter, F-18 y C-101 del Ejército del Aire, junto con el Regimiento de Artillería de Costa número 4 del Ejército de Tierra, ha aportado, según indicó la Armada en un comunicado, «valor añadido al adiestramiento», que ha contado también con medios marítimos y aéreos del Servicio de Vigilancia Aduanera para terminar de configurar el escenario de conflicto.
Así es el Eurofighter del Ejército del Aire español

Así es el Eurofighter del Ejército del Aire españolKindelán

Así es el Eurofighter del Ejército del Aire español

Así es el Eurofighter del Ejército del Aire españolKindelán

Este tipo de ejercicios suponen para la Armada una preparación indispensable para sus unidades y el personal que las conforma y, el cumplimiento de sus objetivos, «garantiza la eficacia presente y futura de sus cometidos en salvaguarda de los intereses marítimos de España».
La organización y dirección de los MAR-23-2 ha sido llevada a cabo por la 41 Escuadrilla de Escoltas a la que pertenecen las fragatas antes mencionadas, una unidad compuesta por seis fragatas de la clase Santa María, F-80, con base en Rota (Cádiz).
A pesar de la veteranía de sus buques, que ronda una media de 32 años de servicio, mantienen plenamente sus capacidades operativas y, desde su inicio, mantienen una presencia continua en la Operación Atalanta en aguas de Somalia, ha asegurado la Armada, anunciando que está previsto a medio plazo su relevo paulatino por las futuras fragatas F-110, cuya construcción ya se ha iniciado.
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