Tiempo de libros
«Lejos de la literatura de masas, en el plano de la proximidad, surgen también propuestas atrayentes»
La llegada del otoño es época propicia para la lectura. Mientras las hojas de los árboles empiezan a caer, las novedades editoriales toman posiciones en las librerías. Autores de prestigio y géneros de lo más diverso se dan la mano simulando el inicio de curso tan celebrado por los colegiales. En los quioscos no dejan de anunciarse colecciones que, fascículo a fascículo o tomo a tomo, se irán completando siempre y cuando el lector no termine abandonando en lo que supondrá un intento fallido; a veces, fruto del tedio que proporciona la dilatación en el tiempo, y en otras ocasiones, porque la propia editorial termina perdiendo el interés en la finalización de la misma.
Septiembre es el mes de la renovación. Es el momento de afrontar nuevos retos. La vuelta a la rutina ayuda a recogerse junto a un libro, a dejarse impregnar por su característico olor, el del papel nuevo, lejos de la frialdad del libro electrónico. Nunca está de más buscar, elegir y disfrutar un texto. Una obra literaria te permite emocionarte, reír y llorar, pensar y recordar, relajarte. Porque precisamente eso ocurre al leer: se ríe, se llora, se siente el abrazo imaginario, se emprenden viajes a destinos desconocidos. Un libro te marca y te transforma; te ofrece un mundo por descubrir, cargado de historias maravillosas, en el afán por encontrar esas ilusiones inéditas.
Se van conociendo los lanzamientos de obras de autores destacados tan dispares como Dan Brown y Ken Follet o Arturo Pérez Reverte. Ya han comenzado a programarse eventos que acogerán las presentaciones paulatinas de los libros. Lejos de la literatura de masas, en el plano de la proximidad, surgen también propuestas atrayentes. De hecho, hace escasamente una semana tenía la oportunidad de asistir a una de estas citadas presentaciones que llevan la distinción de contarse entre las primeras de la temporada. Y he de decir que me resultó tan sorprendente como interesante. Bajo el título de Caelum (cielo), el autor presentaba una novela basada en un estudio profundo sobre la escatología, el contenido de la esperanza cristiana.
Convencida de los innumerables beneficios que aporta un libro, siempre resulta recomendable vivir el placer de la lectura y compartirlo.