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05 de mayo de 2024

Cuatro jóvenes pasean por Londres en 1941

Cuatro jóvenes pasean por Londres en 1941IWM

El curioso papel de las hombreras durante la Segunda Guerra Mundial

Se acomodaron en americanas, abrigos, chaquetas confeccionadas para la mujer a imagen y semejanza de las que habitaban en el armario masculino

Si en los años 80 las hombreras se convirtieron en el accesorio favorito de artistas como Michael Jackson, Madonna, Joan Collins, Diana Ross o Melanie Griffith, este atributo, tildado (a veces) como hortera, vuelve a escena y demuestra su poder. «Las hombreras son una armadura estilística, tienen poder y empoderan a la mujer, además de perfilar siluetas», resume a EFE la experta en comunicación de moda, Pepa Fernández.
Son tendencia absoluta y han protagonizado prácticamente todos los desfiles de las semanas de la moda internacional, adquiriendo gran presencia en las nuevas propuestas de la casa Saint Laurent para esta primavera-verano 2023.
Desde la firma italiana Max Mara hasta la inglesa Stella McCartney, los hombros-pagoda -que imitan a las cornisas de los templos- están presentes en gran parte de sus propuestas. Sin embargo, Alberta Ferretti también apuesta por hombreras, pero con unas proporciones más comedidas, eso sí, sin perder ese halo de defensa ante miradas ajenas.
Vuelven las hombreras

Las hombreras han conquistado la pasarela

La estética de series actuales como The Bridgerton ha incrementado esta moda que «impone respeto», añade Pepa Fernández que advierte que «las hombreras deben mantener una relación inversamente proporcional al resto del estilismo».
Conscientes de que los hombros son la parte del cuerpo que conecta directamente con la vista, los diseñadores apuestan esta temporada por aupar este complemento que llegó al vestuario femenino en la década de los 30 influenciado por el atuendo masculino.
Por esa época, la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli (1890-1973) fue pionera en trabajar con este complemento y presentó una colección en colaboración con artistas surrealistas que experimentaron con ellas hasta crear prendas muy originales que sedujeron a la actriz Joan Crawford.

Cambio de roles

A partir de la Segunda Guerra Mundial, las hombreras se acomodaron en americanas, abrigos, chaquetas y cazadoras confeccionadas para la mujer a imagen y semejanza de las que habitaban en el armario masculino, «una buena metáfora de ese cambios de roles que se produjo cuando las mujeres se incorporaron al trabajo en pleno conflicto bélico», cuenta Fernández.
Pero con la llegada del «New look» en 1947, creado por el diseñador francés Christian Dior (1905-1957), las hombreras se difuminaron, pierden presencia en favor de los cuerpos ceñidos, la cintura de avista y las faldas amplias.
Model Karlie Kloss on October 04, 2016 in Paris, France.
En la foto, chaqueta " torera " / hombreras
Lentejuelas

La modelo Karlie KlossGTRES

Tres décadas después, las hombreras vuelven a adquirir protagonismo y en los 80 viven su época dorada abandera por los poderosos trajes de chaqueta que vestía la mujer para ir a la oficina. Thierry Mugler, Ralph Lauren, Donna Karan o Giorgio Armani fueron algunos de los diseñadores que crearon el uniforme ejecutivo poniendo énfasis en los hombros.
Una tendencia que lucían con la idea de impactar desde la primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, hasta la actriz Joan Collins o la princesa Diana de Gales. Este atributo inequívocamente ochentero, que muchos entendidos de la moda calificaban de hortera y excesivo, se eclipsó tras la líneas minimalistas de los años 90.
Pero ahora las hombreras viven un nuevo renacer en las toreras que presentan Dolce&Gabbana o en las americanas de Prada, además de forman parte del ADN de la firma Balmain.
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