Fundado en 1910
posesion trump

La segunda toma posesión de Donald Trump, ha sido una buena muestra de la victoria del abrigo

Moda

El retorno del abrigo

La toma de posesión de Trump fue un desfile de consagración de la prenda, epítome de la elegancia diurna

Las señoras comenzaron a usar el abrigo en el siglo XIX, tras la Revolución Industrial y la disminución de los costes de fabricación. Tras una década de los 40 y 50 en la que reinó el «ensemble» o conjunto de vestido y abrigo compañero, llegaron los 70 con el binomio abrigo/pantalón. Desde entonces, nunca más que ahora había estado de moda esta prenda tan clásica como formal.

El estilismo de los abrigos occidentales tal y como los conocemos actualmente procede de los griegos y los romanos, que llevaban un atuendo largo en lana, aunque fueron las prendas persas estrechas y abrochadas delante que llevaban los guerreros nómadas escitas en sus viajes a caballo atravesando Eurasia los que hicieron del abrigo un uniforme.

El abrigo asiático, el hanfu que comentábamos hace días, se paseó por la ruta de la seda a través de Mongolia, el Sudeste Asiático y África, dejando su impronta en Oriente Medio. En España, los primeros abrigos occidentales fueron un éxito en el siglo XVIII, cuando se convirtió en el atuendo habitual que salvaba al campesino de turno del frio en invierno.

En siglo XIX se hizo famoso el abrigo Raglan (por el Mariscal británico del mismo apellido) y el abrigo Chesterfield, este cruzado y puesto de moda por el Lord del mismo nombre, ahora usado por Melania Trump en la Inauguración del segundo mandato de su marido.

Hasta el siglo XVIII solo lo llevaban los hombres en Occidente. Ya fuesen rectos o de corte cruzado, se expandieron los abrigo hacia Francia, Inglaterra o Rusia, subiendo de clase según subían las fronteras. A partir de entonces, se convirtió en un excelente regalo, mientras que en China, donde reinaban previamente abrigos ligeros y sueltos como el mencionado hanfu, lo adaptaron al corte occidental para sus ejércitos.

Abrigo

El abrigo, siempre con toques adaptados a la moda

Las mujeres comenzaron en el siglo XIX a utilizar el abrigo, siempre con toques adaptados a la moda, forrados, con bordados y materiales naturales. Las formas más habituales fueron la trapezoidal, la estrecha y la recta, con largo-largo y largo hasta algo más de las rodillas. Tras la Revolución Industrial, los costes de fabricación se habían reducido y el ciudadano de a pie comenzaba a poder vestir como la élite. La invención de la máquina de coser, de los telares modernos y del ready to wear homogeneizó los atuendos.

En los años 40 y 50 se puso de moda entre las señoras del mundo occidental lucir en llamado «ensemble», el conjunto diurno más «arreglado» para ellas, que consistía en vestido, con o sin mangas, y abrigo compañero. Primero rectos y en los 50 con la silueta del New Look. Durante los años 70, ellas comenzaron a combinar con gran estilo los abrigos, largos y cortos, con pantalones. Ahora, tras décadas de imperio del traje de chaqueta, el abrigo ha vuelto a los armarios de las royals completando sus estilismos como nada más puede hacerlo.

abrigo

Usha Vance, segunda dama de Estados Unidos

La segunda toma posesión de Donald Trump, ha sido una buena muestra de la victoria del abrigo en los guardarropas invernales. Melania Trump impactó con la seriedad y la sencillez de su abrigo cruzado marino sobre vestido, Tiffany Trump con el suyo, en terciopelo azul ribeteado, Lara Trump –la nuerísima– con abrigo de paño azul y botonadura dorada e incluso Arabella Kushner, la hija de Ivanka, escogió un abrigo capa en beige con cinturón, especialmente de moda en la actualidad. Incluso la bellísima y muy oriental Usha Vance, la segunda dama, escogió un abrigo con vestido ceñido en rosa. De nuevo, reinan el abrigo y «el ensemble» en la moda invernal.

comentarios
tracking