El boom de la tarta de queso: horas de cola en Madrid para saborear la mejor

¿Y esta cola para qué es?, pregunta una señora despistada, en la calle Velázquez a la altura del número 60. Quizá sea de las pocas que aún no conoce el fenómeno de las tartas de queso de Álex Cordobés. En 2019, este joven comenzó a hornear su sueño en casa de sus padres en Las Rozas; tartas para enviar a sus amigos y posteriormente, comenzar a venderlas por Instagram. Su lema de «la cremosidad no se negocia» llegó muy lejos, a través de esta red social con 273.000 seguidores. Abrió una tienda en el barrio de Salamanca convirtiéndola en epicentro de influencers, deseando fotografiarse con la tarta y vende unas 10.000 semanales. La tarta pequeña tiene un precio de 15 euros y es perfecta para compartir entre dos personas. La variedad es amplísima: además de la tradicional, no faltan la de chocolate blanco, chocolate belga, Oreo, Lotus, Happy Hippo, dulce de leche, Pantera Rosa o pistacho. Las grandes cuestan 35 euros.

El próximo 30 de julio se celebra el Día Mundial de la Tarta de Queso, un postre que ha ganado enorme popularidad en los últimos años, conquistando a miles de seguidores en todo el mundo. Además del fenómeno Álex Cordobés, han nacido muchas más creaciones bien ejecutadas.

El madrileño Sergio Arjona está detrás de las tartas de queso Luna & Wanda. Nacieron al calor de la pandemia como una historia de reinvención cuando su creador pasó de ser consultor a repostero, con la ayuda de un simple horno. Hoy cuenta con tres locales en Madrid ubicados en las calles de Ponzano, Ferraz y Belén, este último de reciente apertura en el barrio de Las Salesas. Ofrece siete tipos de tartas de queso, donde no faltan de nuevo ni la de Lotus ni la de pistacho, ingredientes que viven un auténtico boom. El precio de la tarta es de 40 euros.

En los restaurantes del grupo El Cañadío (La Maruca, La Bien Aparecida, La Primera) siempre hay que dejar hueco para el postre, puesto que Paco Quirós logró crear una de las tartas de queso más cremosas. Se caracteriza por su base de galleta y mantequilla, y un relleno cremoso de queso crema, queso fresco, huevos y azúcar, horneado hasta obtener una consistencia fluida. Su precio es de 9,50 euros la porción.

Nino Redruello, chef y propietario del Grupo La Ancha, es otro de los nombres imprescindibles a la hora de hablar de tartas de queso. La que sirve en Fismuler destaca por su cremosidad y su característico sabor ahumado, resultado de mezclar tres tipos distintos de queso: fresco, ahumado y azul. A la hora de crearla se inspiraron en la de Zuberoa, creada por Hilario Arbelaitz. Hicieron 60 pruebas hasta que les convenció una receta, que no ha cambiado en 10 años. Está disponible en sus restaurantes por 8 euros.

Javier Cocheteux, padre e hijo, están al frente de Pan Delirio, y se hicieron famosos por su exquisito roscón de Reyes. Tampoco han renunciado al negocio de la tarta de queso y crearon la suya propia inspirada en la del restaurante La Viña, en el casco antiguo de San Sebastián. De textura cremosa, casi fluida, y sabor intenso, presenta una mezcla de queso Idiazábal ahumado. La singularidad de su tarta está en la base que se hace con «harina de roscón». El precio de la tarde grande es de 35 euros y la pequeña de 17 euros.

Nacho Pontón, de la Pastelería Pontón, en San Lorenzo de El Escorial desde 1985, elabora la mejor tarta de queso, según la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid (Acyre). Está elaborada con queso madurado de cabra La Laguna, con sello M de Madrid Calidad Producto Certificado, junto con un queso crema de Albe Lácteas del Jarama, que aporta mayor cremosidad y las yemas y los huevos de Granjas Villarreal. Como curiosidad, la base de la tarta está hecha con tejas de almendra y para su acompañamiento se presenta con una mermelada de higos.

Y en 2024, la mejor según Acyre fue la de Javier Alfaro, chef de Bestial by Rosi la Loca. Se elabora con queso puro de oveja curado de Campo Real y un queso crema especial que aporta cremosidad. Todos los ingredientes clave, como los huevos y yemas de Granjas Villarreal, cuentan con el sello M de Madrid Calidad. El horneado preciso y el reposo dan lugar a una textura melosa, que se acompaña con mermelada de aceituna Kalamata, higos y almendras. El precio de la ración es de 10 euros.

En el catálogo de Pastelerías Mallorca no falta la tarta de queso fundente elaborada con una capa de galleta fina y crujiente, un interior cremoso y un sabor mezcla de queso crema, queso fresco y parmesano de primera calidad. Además, se puede encontrar tanto en su versión grande, para compartir en su día internacional, como en su versión de postre individual. Tarta grande: 33,50 euros. Pequeña 6 euros.