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28 de marzo de 2024

bebe ecografía

Estudios ecográficos muestran que ante ruidos muy fuertes los bebés se mueven más y hasta fruncen el ceñoPexels

¿Qué oyen los bebés dentro de la barriga materna?

A partir de la semana 18 empiezan a percibir sonidos como el latido del corazón de su madre y a los seis meses, ya pueden oír lo que ocurre fuera del cuerpo

¿Oyen los niños no nacidos todo lo que pasa a su alrededor? ¿Desde qué momento la gestación? ¿Y qué es lo que oyen? Antes de nada, hay que aclarar que el oído del bebé no está completamente maduro hasta la semana 25 de gestación. No obstante, ya antes, más o menos desde la semana 16 o incluso la 12, perciben algunos sonidos del cuerpo de su madre, como el latido de su corazón, su voz, el palpitar de sus arterias y, de darse, los ruidos procedentes del estómago.
La piel, el útero, la bolsa y el líquido amniótico interfieren en las ondas que los oídos del bebé recibe desde dentro de todo ello y amortiguan el sonido. Esto hace que el pequeño no pueda escuchar con claridad, como haría fuera de la barriga, todo lo que pasa a su alrededor. Además, se calcula que le llegan aproximadamente unos 20 decibelios menos de lo que sucede fuera del útero.
El tono normal de una persona oscila en torno a los 60 decibelios, lo que quiere decir que el niño dentro de la barriga de su madre percibe el sonido a 40 decibelios. Cuando se le habla en voz baja (30-40 decibelios), no susurrando, lo va a escuchar, o mejor dicho no va a escuchar nada porque el sonido le llegará a 10-20 decibelios.
Un estudio reciente ha demostrado que los bebés comienzan a diferenciar los sonidos del habla a las pocas horas de nacer, pero dentro de la barriga todavía no se ha probado que puedan entender lo que se les dice. De todas maneras, hablarles estimula su desarrollo cerebral, al igual que hacerlo recién llegados al mundo. Ponerles música es también una buena manera, y de hecho la evidencia apunta a que cuando durante el embarazo el bebé escucha repetidamente una canción, cuando sale y vuelve a hacerlo le ayuda a calmarse.
Que a partir de la semana 16 el bebé puede escuchar a su madre se sabe gracias a una investigación ecográfica, en la que comprobaron que cuando ella hablaba, aumentaba el ritmo cardíaco y los movimientos de su hijo. En el ecógrafo también se puede ver que cuando hay ruidos muy fuertes a su alrededor el bebé se mueve más, parpadea o incluso frunce el ceño ante al extrañeza de los ruidos del mundo.
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