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26 de abril de 2024

Ciertos comportamientos en casa y en la escuela indican que un pequeño puede sufrir hipoacusia congénita

Ciertos comportamientos en casa y en la escuela indican que un pequeño puede sufrir hipoacusia congénitaDepositphoto

Salud auditiva

Cómo saber si tu hijo oye bien

Que el pequeño no responda a algunos estímulos o sonidos son algunos de los síntomas de problemas de audición en lactantes y niños que los padres pueden identificar en casa

«Mi hijo nació oyendo perfectamente. De hecho, era muy sensible al sonido, pero empezó a perder el oído alrededor de los 6 o 7 meses», comenta Francisco Mata, padre de Kian, quien se vio afectado por un virus transmitido por su madre durante el embarazo, pero que hoy, gracias al implante coclear, siente que la condición de vida de su hijo y familia ha cambiado radicalmente.
El pequeño, que recibió un implante con casi dos años, habla hoy cuatro idiomas, baila y toca el piano con tan solo seis años. «La música ha sido una gran bendición para mi hijo. Ha ayudado a su cerebro a interpretar mejor los sonidos», expresa Francisco.
Gran parte de los niños que, como Kian, reciben implantes auditivos son diagnosticados mediante el cribado de tipo neonatal, es decir, niños que nacen ya con hipoacusia o sordera congénita o que la desarrollan en los primeros años de su vida. «La causa no genética más importante de la pérdida de audición es debido al citomegalovirus congénito, que es una infección que aparece en el embarazo con más frecuencia de lo que antiguamente se pensaba», explica el doctor Martín-Lagos Martínez, otorrino del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada.

Signos de alerta

Los oídos son la puerta de entrada al cerebro, ya que este no está totalmente desarrollado al momento del nacimiento. Así, un niño necesita oír alrededor de 45 millones de palabras antes de los 4 años y 20.000 horas de escucha durante la infancia como base para la lectura, y es por este motivo por el que la interacción con los padres y los intercambios de comunicación son fundamentales.
Aunque los pediatras suelen identificar los problemas de audición en las revisiones, el Dr. Martín-Lagos Martínez indica que hay algunos signos de alerta que pueden identificar los padres, como que el niño no responda a estímulos o determinados sonidos, o que, estando en edad de pronunciar palabras, se limite al balbuceo, o lo que es peor, que empiece a perderlo. Pero, ¿qué otros los signos de alerta auditivos y lingüísticos pueden darse en bebés y niños?
Menores de 6 meses:
  • Que no manifieste respuesta ante la presencia de sonidos.
  • Que no se tranquilice con la voz de su mamá.
  • Que no preste atención o no se interese ante sonidos familiares.
Mayores de 6 meses:
  • Que el niño no gire la cabeza hacia la fuente sonora.
  • Que no responda con sonidos vocálicos cuando se le habla.
  • Que no responda a su nombre.
A partir de los 12 meses:
  • Que no comprenda las palabras de uso común.
  • Que no señale objetos y personas familiares cuando se le nombran.
  • Que no diga palabras con sílabas replicadas (Ej. papá, mamá).
Durante el primer año:
  • Que no entienda preguntas sencillas.
  • Que no preste atención a las canciones y cuentos infantiles.
  • Que no exprese frases de dos palabras.
A los 2 años:
  • Que no comprenda órdenes sencillas sin apoyo de gestos.
  • Que no acuda cuando se le llama desde otra habitación.
  • Que no utilice los pronombres, como yo, tú, mío...
Fuera de casa, cuando los niños están en la escuela, también hay ciertos comportamientos que pueden indicar que el alumno está sufriendo una pérdida de audición, como una mayor desorganización, impulsividad o agresividad; falta o pérdida constante de atención, búsqueda constante de apoyo visual o imitación de sus compañeros, falta de comprensión y seguimiento de las instrucciones que del profesor; una mayor dificultad en relacionarse con otros niños o pérdida de habilidades ya adquiridas puede ser también señal de una incipiente sordera.
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