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27 de abril de 2024

El estudio fue realizado con 75 recién nacidos sanos y a término

El estudio fue realizado con 75 recién nacidos sanos y a términoUnsplash

Los recién nacidos reconocen los sonidos del habla ya en sus primeras horas de vida

Así lo demuestra un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature Human Behaviour

Desde dentro de la barriga, los no nacidos identifican ya algunos sonidos. La voz de sus padres, aunque amortiguada por el líquido amniótico, es escuchada por los bebés desde el útero, al igual que la música. La prueba está en que cuando llegan al mundo y se les pone la canción que tanto han oído antes de su nacimiento les ayuda a calmarse.
Es hacia la semana 20 de gestación cuando el feto empieza a percibir distintos sonidos y a identificar ciertos tonos de voz. No obstante, hasta ahora era todavía desconocido en qué momento del desarrollo los bebés reconocen los sonidos del habla, los fonemas; pero un nuevo estudio publicado en Nature Human Behaviour ha demostrado que es en sus primeras horas de vida cuando los recién nacidos comienzan a aprender los sonidos del lenguaje.
Investigadores chinos escogieron una muestra de 75 recién nacidos sanos y a término, a los que se les colocó unos gorritos que median el nivel de oxígeno en el cerebro y cómo este iba cambiando para así detectar las áreas activas en cada momento. En las tres horas siguientes a su nacimiento, los pequeños fueron expuestos a pares de sonidos en su idioma nativo (chino mandarín) y a las mismas secuencias pero reproducidas al revés para analizar cómo estos bebés procesaban el lenguaje.

Hablarle al bebé

En esas tres primeras horas, las reacciones de los recién nacidos a los fonemas emitidos al derecho y al revés no fueron muy diferentes. No obstante, la respuesta llegó a partir de las cinco horas de vida: comenzó a ser más intensa cuando los sonidos se reproducían hacia delante, algo que según plantean los investigadores, indica que el cerebro de estos niños ya era capaz de diferenciar entre fonemas naturales del habla y los que no lo son, aquellos al revés.
Las mismas áreas cerebrales que se activan en adultos para procesar y producir el lenguaje –el lóbulo temporal superior y la corteza frontal– estaban también involucradas en el procesamiento de los sonidos de las vocales, según mostraba el mapa cerebral de estos bebés formado gracias al gorrito que llevaban.
Hablarle al bebé cuando está dentro de la barriga hace que se acostumbre a los tonos de voz de sus padres. Estudios como este demuestran que es igual de importante continuar diciéndole cosas, ya que si su cerebro reacciona ante los cada vez más fonemas que identifica, puede ayudar a su desarrollo neuronal y su futura producción del lenguaje.
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