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18 de abril de 2024

María José Abad

María José AbadEmpantallados

Salud digital

Mª José Abad, autora de 'Empantallados´: «No importa tanto el tiempo ante una pantalla como lo que no hacen mientras»

Tras cinco años de investigación, el equipo de Empantallados deja una guía práctica para ayudar a los padres a educar a sus hijos en el entorno digital

empantallados nació hace cinco años con el propósito de acompañar a padres y madres en la misma tarea de guiar a sus hijos mientras crecen en un mundo rodeados de pantallas. María José Abad, coordinadora del grupo, opina que la tecnología puede ser un trampolín del talento y una fuente de oportunidades, pero hay que gestionarlo con cuidado.
Los jóvenes pasan una media de más un tercio del año en línea, concretamente 136,5 días durante cada vuelta de la tierra al sol. En España, el 72,7 % de los niños menores de 12 años tienen un móvil. Sobre estos datos, desgranados del último estudio El impacto de las pantallas en la vida familiar, Abad habla de los principales retos a los que padre se hijos han de enfrentarse en la digitalización, con motivo de la publicación de su último libro, Empantallados: cómo educar con éxito a tus hijos en un mundo lleno de pantallas.
María José Abad, Rocío García de Leániz, Luisfer Martínez y José Martín Aguado, el equipo de Empantallados

María José Abad, Rocío García de Leániz, Luisfer Martínez y José Martín Aguado, el equipo de Empantallados

–El libro lleva el subtítulo 'Cómo educar con éxito a tus hijos en un mundo lleno de pantallas'. En unas pocas palabras, ¿cómo respondería a esta pregunta, pero no con un libro entero?
–Lo primero es formarse. Los padres han de aprender más sobre la educación digital de los hijos, sobre el entorno digital y el mundo en el que se mueven sus hijos. Algo que tenemos claro es que tus hijos no han elegido nacer ahora, pero tú si tienes la responsabilidad de acompañarlos. A veces es difícil, porque no hay una tradición familiar previa, no puedes preguntarle a tu padre o tu abuela cómo hacía para gestionar una comida familiar con tanta pantalla.
–Ahora los niños casi que nacen con una pantalla bajo el brazo. ¿Cuáles son los principales retos en este contexto de gran digitalización para los padres?
–Los sociólogos dicen que es la primera vez que padres e hijos se enfrentan al mismo reto. A veces ha habido malos usos de otras cosas, como las drogas, pero solo se daba en parte de la población. Padres e hijos se enfrentan ahora a las pantallas y que se les dé un buen uso que las convierta en un trampolín para el talento.
El ocio y el trabajo se juntan muchas veces en el mismo dispositivo y es complicado encontrar el equilibrio. Algo también importante son los criterios comunes con otros cuidadores que pueda tener el niño, como los abuelos, que las normas sean las mismas en todas las casas en las que vaya a estar.
Empantallados, por dentro

Empantallados, por dentro

–¿Y para sus hijos?
–Los más importantes que plantea la red son la autoestima, gestionar el aburrimiento y entrenar la atención. Son las tres A. La primera, autoestima, que sepan conocerse, quererse y aceptarse como son. A veces es difícil rodeados de valoraciones externas. La segunda, el aburrimiento: tener objetivos a muy corto y medio plazo que son alcanzables, visibles y medibles, como los torneos deportivos o tocar un instrumento. Y la tercera, la atención: los dispositivos nos hacen tener millones de focos que nos demanda. La atención es un músculo que se entrena.
–¿Cómo se puede encontrar ese equilibrio entre el mundo real y el virtual?
–A veces nos centramos demasiado en cuánto tiempo esta mi hijo con la pantalla. ¿Cuánto uso importante se hace? ¿Cuánto tiempo es no obsesionarte? ¿Qué están dejando de hacer? Si tu hijo antes hacía mucho deporte y ahora no, porque está todo el día jugando a videojuegos, pues es una señal de alarma. Hay que poner también unas líneas rojas. Por ejemplo, nos cuentan que muchos adolescentes se duermen en clase y esto puede ser porque están toda la noche jugando a videojuegos, y ya no es porque puedan acceder a contenidos inadecuados, que también es un riesgo, sino que pierden el tiempo y luego pierden la atención en el colegio. Las líneas rojas son el tiempo de sueño y las comidas, mientras se está a la mesa nada de pantallas o que se dejen fuera de la habitación por la noche.
Portada de Empantallados

Portada de Empantallados

–¿Cuál es el error más común que cometen los padres en cuanto a la educación digital de sus hijos?
–Muchas veces por tener instalado un software de control parental, los padres creen que ya lo tienen todo controlado. Pero es un parche, que puede funcionar a edades tempranas, pero luego hecha la ley, hecha la trampa. Lo importante es acompañar a los hijos mientras van creciendo y estar interesados en su mundo.
–Un 20 % de los niños de diez años ya tienen móvil, a los 12, un 67 % y a los 14 ya más del 90 %… ¿a qué edad ha de tener un niño su primer teléfono?
–Cada niño es un mundo. Depende más de la madurez que de la edad. Puede que a uno de los hijos le veas preparado para tener móvil y a otro no. Otra de las trampas en la que caemos los padres y creemos que da igual, es que les llegue el móvil como regalo de alguien, de un familiar, por ejemplo. Hasta la edad que los padres decidan mejor que no entren dispositivos en casa. Y luego, en vez de a qué edad tiene un dispositivo propio, puede ser algo progresivo. Empezar por dejarle el móvil de sus padres, que pueda escribirse con sus amigos, pero que tampoco sea una barra libre. Cuando se les entrega un primer móvil hay que hablar con ellos de qué está permitido y qué no.
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