El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo
Los provida: «La propuesta de Vox puede salvar muchas vidas y evitar mucho sufrimiento a la mujer»
La formación conservadora propone mostrar ecografías 4D y el latido de los bebés para evitar abortos
De la noche a la mañana, la medida a favor de la vida planteada por el Gobierno de Castilla y León se ha visto desautorizada por su Consejería de Sanidad. Las mujeres «que lo requieran» podrían escuchar el latido del bebé y recibir una ecografía 4D antes de someterse a un aborto. No obstante, fuentes de Sanidad autonómica han declarado a Cadena Ser que no habrá cambios en los protocolos de atención a las embarazadas.
Esta medida, presentada en la tarde del martes 12 de enero, tenía la intención, según la documentación de la Junta, de favorecer la «implicación emocional» de la familia respecto al feto, al observar «una imagen del bebé con sus rasgos y gestos faciales, manos, dedos, pies y resto de cuerpo».
Esto es algo que las asociaciones provida aplaudieron, pero que ahora lamentan. «Es una medida que puede salvar muchas vidas y evitar mucho sufrimiento a la mujer», comenta al respecto Alicia Latorre, presidenta de la Federación de Asociaciones Provida de España.
A imitación de Hungría, que aprobó por ley algo parecido a lo que Juan García-Gallardo propone, se ofrecería escuchar el latido del corazón del bebé a las 12 semanas, no antes, y tener una ecografía 4D del bebé. Sobre esto, Javier Rodríguez, director del Foro Español de la Familia, explica que defienden medidas que «aumentan la libertad de las madres embarazadas y respaldan el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios».
Pero lo que comenzó como una fiesta, se ha reducido en la mañana de este viernes 13 a confeti tirado por el suelo y restos de velas que se han ido consumiendo. «En ningún caso se ha querido reducir el número de abortos», sentencia al respecto Marta Velarde, presidenta de la asociación Rescatadores Juan Pablo II, sobre lo que ahonda Latorre, «no hay más que intereses ideológicos y económicos, y un alejamiento de la realidad del ser humano, de los problemas de la mujer, el ignorar el antes, el después y el durante un aborto».
«Defendemos unas medidas que aumenten la libertad de las madres embarazadas porque no impone nada, sino que se propone», opina Rodríguez, pero ahora se ha transformado, no solo por su parte, sino también del resto de asociaciones que luchan por los derechos de los no nacidos, las madres y las familias, una confusión ante las batallas políticas en torno a la defensa de la vida humana.
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