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18 de mayo de 2024

Una niña caprichosa

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Ni tan mimados ni egoístas: la verdad de los hijos únicos, desvelada por la ciencia

Los hijos únicos pasan más tiempo sin la compañía de otros niños. Esto no significa necesariamente que sus habilidades sociales se vayan a ser perjudicadas, sino que van a desarrollar su imaginación y su creatividad

Mimados, egoístas o caprichosos. Su fama precede a los hijos únicos. Pero, ¿qué hay de cierto en esta etiquetas tan extendidas? Un reciente estudio del University College de Londres indica que nada de esto es real y que no son tan distintos de quienes tienen hermanos –en ocasiones, hasta mejores–.
Para demostrarlo, Alice Goisis, profesora asociada de Demografía del Centro de Estudios Longitudinales del University College de Londres, ha recopilado datos de los niños nacidos en Reino Unido desde 1946 hasta 2002, y ha desvelado que más que el hecho de tener hermanos o no, lo que más influye en el desarrollo de un niño es la situación socioeconómica de la familia y los recursos emocionales de los que dispongan sus padres.
En términos de personalidad, habilidades sociales o salud, Goisis no apoya la idea de que los hijos únicos tengan una sociabilización deficitaria en comparación con quienes tienen hermanos. En lo que se refiere a la relación con sus padres, logros, motivaciones y adaptación personal, sus habilidades son iguales en ambos casos.

Reino Unido y Suecia

Goisis y su equipo elaboró una comparación entre niños ingleses y suecos para comprobar sus resultados. En Inglaterra, donde tener un solo hijo es un indicador de crecer en una familia aventajada, la investigación resultó indicar que estos niños tenían más adelante en la vida una salud igual o mejor en comparación con los niños de familias más grandes; mientras, en Suecia, la norma es tener dos descendientes y los hijos únicos tienen a provenir de familias en una situación económica vulnerable, estos últimos presentaron una peor salud a lo largo de su vida.
Por otro lado, la doctora en Psicología Susan Newman, que ha estado abordando esta misma cuestión, ha llegado a la conclusión de que no tener hermanos no garantiza un nivel académico superior pero sí otorga ciertas ventajas respecto a los estudiantes que sí los tienen.
Los hijos únicos pasan más tiempo sin la compañía de otros niños. Esto no significa necesariamente que sus habilidades sociales se vayan a ser perjudicadas, sino que van a desarrollar su imaginación y su creatividad. También suelen tener relaciones más positivas con sus padres, porque pasan más tiempo con ellos, y en general entre adultos. Estar rodeados de lenguaje adulto más tiempo y ese mayor desarrollo de la creatividad les ayudan a desarrollar su trayectoria escolar. De hecho, algunos estudios indican que los hijos únicos pueden llegar a tener un coeficiente intelectual más alto que los niños con hermanos, tienen un mejor rendimiento académico y suelen tener sentimientos positivos sobre su asistencia a clase.
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