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03 de mayo de 2024

Entrevista a Luli Pampín

Entrevista a Luli Pampín

Entrevista

Luli Pampín, del Ejército español a estrella infantil con más de 800 millones de reproducciones

Debajo de la melena rosa con trenzas y el traje de superheroína está Lucía Pérez, una argentina afincada en Andorra. Ella misma afirma que aunque Luli y Lucía son personas distintas, ambas cohabitan en la misma

«Camino por el bosque. No sé qué encontraré. Oigo animales. ¿Cuáles hoy descubriré?». Estas son las primeras palabras de la canción que se ha convertido en un himno para los niños de entre 2 y 8 años. Su vídeo acumula 857 millones de reproducciones en YouTube y el canal de su cantante, Luli Pampín está a punto de llegar a los 15 millones de suscriptores en YouTube.
Debajo de la melena rosa con trenzas y el traje de superheroína está Lucía Pérez, una argentina que emigró a España con su familia y se alistó en el Ejército, donde estuvo una década. Después nació su hijo y ahora está afincada en Andorra. Ella misma afirma que aunque Luli y Lucía son personas distintas, ambas cohabitan en la misma. En ella. Aunque Pérez empezó sola, con una cámara que tenía por casa, ahora hay detrás del croma verde sobre el que luego se dibujan los paisajes mágicos de las aventuras de Pampín un gran equipo de música, coreografía, producción y ayudantes.
–¿Quién es Luli Pampín? ¿Podría contarnos la historia del personaje?
–Luli es una muñeca que vive en una caja de música. Sueña con abandonar ese sitio y salir a cantar y bailar por el mundo. Su amiga, la radio mágica, que también estaba abandonada, escucha su deseo y la ayuda, gracias a la imaginación de los pequeños y pequeñas, a vivir aventuras, a cantar por el mundo. En Bienvenidos eso es lo que vamos a ver: el comienzo de toda esta historia. Van a ir viniendo diferentes personajes a aguar la fiesta y tenemos que ver de qué manera lo solucionamos. También vamos a hablar de la Navidad, por la fecha, de que no solo se trata de estrenar o abrir regalos, sino del momento que pasamos en familia, que es como yo lo recuerdo desde chiquita. El público, los pequeños, me tienen que ayudar sí o sí, con su imaginación y con su amor, con sus besos, para poder conseguir que este personaje aguafiestas cambie, porque el amor es esa fuerza que lo puede todo.
–¿Cómo ha sido el camino desde los primeros vídeos hasta acumular millones de visualizaciones en YouTube?
–Empecé en 2016 y desde entonces ha sido un camino de dar pequeños pasitos sin parar. De hacerlo super precario, con lo que tenía por casa, de hacer música con el teléfono, con grabaciones y cajas de cartón. Cuando se nublaba por ejemplo no podía grabar porque lo hacía a la luz del día. Tuve que aprender a programar, a editar, cosas de ordenadores que no sabía. Muy poco a poco pero sin parar, con constancia y amor por el proyecto, y sobre todo gracias a mi hijo que es quien me impulsó a llegar hasta aquí. Antes tenía que mover la cama para poder colocar el croma, pero ahora lo hacemos en un estudio.
Luli Pampín, en la redacción de El Debate

Luli Pampín, en la redacción de El DebateThorun Piñeiro

–Luli canta canciones de Halloween, de animales o clásico Aram sam sam. ¿Cuál es el objetivo detrás de las letras que compone?
–Intento dejar un mensaje porque está bien la diversión, pero creo que aprovechar ese momento para aprender es un plus que como mamá me gusta dejarles a los niños. Lo pienso como sería para mi hijo. Aprovechamos que les gustan los monstruos y aprendemos los colores, que les gusta el truco o trato pues aprendemos que no hay que comer demasiados dulces porque te hace mal en la panza. Pero también aprender a no tener miedos. Por ejemplo, en la canción del pollito, la hice pensando en las veces que mi hijo me decía que no podía hacer algo y yo le animaba: «Venga, si tú puedes solo, inténtalo». Esas partes de mi vida cotidiana y de enseñanza las traslado a las canciones también.
–¿Qué le inspira para componer?
–Mi hijo es mi gran fuente de inspiración, pero también siempre que escribo una canción me traslada a mi niñez, a lo que hacía cuando era chiquita. A qué me gustaba jugar, cómo me divertía: todo eso ha sido parte de mi infancia y la de mi hijo. Compongo algunas canciones, también con mi productor, pero también canto canciones de otros autores populares de toda la vida que son las que cantaba con mi abuela.
Lucía Pérez, más conocida como Luli Pampín, durante su entrevista

Lucía Pérez, más conocida como Luli Pampín, durante su entrevistaThorun Piñeiro

–Luli al final es la mezcla de la superheroína y el lado más personal de Lucía, ¿no?
–Llevo un tiempo pensando en los superhéroes de las películas, que siempre tienen superpoderes especiales, como alguien que sabe volar o lanza rayos por los ojos o se hace invisible. El hecho de que la gente en sus casas pase tiempo en familia, que lo disfruten, que aprendan conmigo y que se les quede ese legado de amor que yo les dejo, ese es de verdad mi gran superpoder, y es real. Esa magia existe de verdad.
–¿Recibe respuesta de su público, aunque es de corta edad?
–Esto es lo bueno también de las redes sociales, que te acercan con tu público y te llegan mensajes de todo, tanto de niños como de padres. Recuerdo que una mamá me dijo que su hijo tenía autismo y que lo primero que escribió solo fue Luli Pampín. Imagina la gratificación que eso me aporta. O cuando niños con Asperger que no decían ni una palabra cantan mis canciones.
Lucía Pérez en un momento de la entrevista

Lucía Pérez en un momento de la entrevistaThorun Piñeiro

–¿Quién es Lucía Pérez?
–Aunque Luli y Lucía están separadas, básicamente cohabitan las dos en la misma. Lucía es esa niña que tuvo que emigrar, adaptarse a otro país y ahora me siento muy feliz de tener las dos culturas interiorizadas en mí, la argentina y la española, que siempre ha trabajado, que fue muy humilde en su casa y ahora es mamá de un bebé pequeño y un niño mayor. Tuve una infancia muy feliz. Recuerdo esos momentos para componer, de estar en la calle jugando, escalando árboles como un mono, cuidando de mis hermanos. El jugar y bailar es algo muy natural para mí, me pasaba todas las tardes cantando delante de un espejo con mucha vergüenza de que nadie me viera.
Por todo lo que uno pasa, que a lo mejor puede ser negativo, se puede aprender de ello y también enseñarles a los pequeños de esos errores. Por ejemplo, lo primero que quiero es enseñarle a mi hijo a no tener miedo a estar delante, el miedo que yo sentía a cantar en público. Él fue mi primer público y cuando sus ojos me miraron me di cuenta de que ya no había lugar para el miedo.
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