Una pareja, dándose un beso
Los hombres que besan a sus mujeres seis segundos al día viven más, según un estudio
Los resultados indican que acariciar los labios de un cónyuge antes de irse a trabajar aumenta la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico
De los 86.400 segundos que componen un día, solo son necesarios seis para que el cerebro libere la hormona de la felicidad tras un beso. La oxitocina que es segregada está relacionada con emociones positivas y puede hasta alargar la vida. Así lo descubrió en 1980 Arthut Szabo, profesor de la Universidad de Kiel, quien recopiló durante dos años información de numerosas empresas alemanas. Gracias a un equipo de varias docenas de médicos y psicólogos que colaboraron con él, concluyeron que los maridos que besaba a sus mujeres cada mañana viven cinco años más que los que no lo hacen.
La estadística también les mostró que estos hombres tienen trabajos en los que se cobra un 20 y 35 % más y son menos propensos a cogerse una baja por enfermedad. En un muestreo de los 110 mejores directivos industriales germanos de entonces descubrieron que el 87 % de ellos nunca salían de casa sin haberle dado un beso a su mujer tuvieron un aumento de sueldo y mantuvieron en el tiempo sus cargos.
Besos y una salud de hierro
En el otro lado de la balanza, los resultados indican que acariciar los labios de un cónyuge antes de irse a trabajar aumenta la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico. Según expuso Szabo en su investigación, «los maridos que salen de casa por la mañana sin besar a sus esposas lo hacen porque la pareja ha tenido una discusión o porque se han separado». Ambas circunstancias, continúa, provoca que el hombre comience el día con una actitud negativa.
«Tiende a estar malhumorado y deprimido. No le interesa su trabajo ni su entorno. Aunque muchos hombres fingen indiferencia hacia sus esposas, casi todos se engañan a sí mismos», confirmó el psicólogo alemán en referencia a que si un hombre ha dejado de amar a su esposa, sigue estando influenciado por la actitud de su mujer. Por otro lado, «un marido que besa a su esposa todas las mañanas antes de ir a la oficina empieza el día con positividad. Su sensación de armonía se refleja tanto fisiológica como mentalmente», estableció.
No obstante, el equipo no consideró que los besos fuesen lo único que provocase un resultado tan significativo entre los trabajadores que participaron en el estudio. En realidad, según afirmaron, es la actitud positiva la que está relacionada con un estilo de vida saludable. Así, el estudio clarifica que los besos promueven no solo el bienestar emocional, sino también la salud física.