El experto independiente de la ONU sobre Orientación Sexual e Identidad de Género, Graeme Reid
Un experto de la ONU propone que niños y niñas se duchen juntos y compartan vestuarios escolares
El sudafricano Graeme Reid ha reclamado ante la Asamblea General acabar con los «estrictos códigos binarios» en escuelas y con la educación sexual «heteronormativa» para no discriminar a los estudiantes «homosexuales, trans y no binarios»
Que niños y niñas compartan duchas, vestuarios escolares, aseos o normas de vestimenta, y propiciar que se eliminen los «estrictos códigos binarios» y la educación sexual con enfoque «heteronormativo sobre la familia nuclear».
Esa es la recomendación que ha planteado en un informe a la Asamblea General de las Naciones Unidas el activista sudafricano Graeme Reid, experto independiente de la ONU sobre orientación sexual e identidad de género.
En su informe, que defendió en una intervención en la sede de la ONU, Reid ha pedido que las escuelas rechacen «las normas binarias de género» para «normalizar las diversas orientaciones sexuales en las aulas y bibliotecas».
Unas medidas que, en su opinión, son «necesarias para proteger a los estudiantes LGBT (sic) de la discriminación y el acoso».
Contra la familia «heteronormativa»
Tal y como ha denunciado la plataforma C-Fam (una entidad familiar que tiene el estatus de observadora ante las Naciones Unidas), Reid aseveró que «los estrictos códigos binarios de vestimenta, las reglas de apariencia de género y la aplicación de normas ‘masculinas’ o ‘femeninas’ crean entornos excluyentes» que, además, «perjudican desproporcionadamente a los estudiantes transgénero y 'no conformistas'».
Asimismo, crítica en su informe «la educación sexual que se centra en la reproducción, los roles binarios de género y el modelo heteronormativo de familia nuclear» y exige a los países que, en su lugar, implementen «una educación sexual que incluya los conceptos relacionados con la orientación sexual, la identidad y expresión de género y las diversas estructuras familiares».
Aseos de género «auto-identificado»
Además, el informe de este experto independiente afirma que «las leyes que niegan la posibilidad del reconocimiento legal, incluso para los niños, de la identidad de género autodefinida […] son discriminatorias y violan el derecho a la identidad».
Motivo por el cual reclama que las escuelas «eliminen los requisitos de género en los uniformes escolares» y proporcionen acceso a baños, vestuarios, duchas e instalaciones deportivas basadas únicamente en «género auto-identificado».
Propuestas que son un riesgo para niñas
Lo llamativo es que estas recomendaciones contradicen de forma abierta las conclusiones de la propia Relatora Especial de la ONU, Reem Alsalem, que en su informe Violencia contra mujeres y niñas en los deportes, alertó de que «el conocimiento de las atletas femeninas de que pueden estar compitiendo contra hombres […] causa angustia psicológica extrema» a las mujeres, y calificó de «violación de su privacidad» el uso de «vestuarios y otros espacios íntimos» por parte de varones biológicos.
Hace sólo unas semanas, la propia Alsalem (que había sufrido represalias internas por defender a las mujeres y a las niñas frente al lobby LGTBQI) explicó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que «desconectar el género del sexo biológico» viola los derechos humanos de las mujeres, «y pone en riesgo a las mujeres y a las niñas».
«Intervenciones médicas irreversibles»
De hecho, mientras el activista Gaeme Reid solicitaba medidas que implican que las niñas tengan que estar desnudas o en ropa interior ante varones que tengan alterada su percepción biológica, Alsalem pedía encarecidamente a los estados miembros de la ONU que «defiendan los derechos de los niños, incluidas las niñas, a estar libres de todas las formas de violencia física y mental».
Incluso, reclamaba la relatora Alsalem, aunque esa protección deba llevarse a cabo «mediante la prohibición de la transición jurídica y social de los niños que afirman padecer disforia de género, así como su sometimiento a intervenciones médicas experimentales e irreversibles relacionadas con el cambio de sexo».
A propósito de esta nueva controversia, C-Fam ha denunciado cómo «los términos 'orientación sexual' e 'identidad de género' son altamente ideológicos en la ONU y no están reconocidos en el derecho internacional, ni se mencionan en ningún tratado vinculante de la ONU».