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Un pequeño, contando con los dedos

Un pequeño, contando con los dedosGetty Images / iStock

¿Tu hijo cuenta con los dedos? Tendrá mejores notas en Matemáticas, según un estudio reciente

Un reciente estudio de Psicología del Desarrollo confirma que los niños que cuentan con los dedos en Infantil y primeros cursos de Primaria acaban resolviendo mejor las operaciones complejas y pide a los padres que no corrijan este hábito

«¡No cuentes con los dedos, eso es de pequeños!». ¿Cuántos padres y profesores no han tratado de corregir de este modo a los niños que usan los dedos para sumar o restar, por considerarlo un gesto de inmadurez o de tener «poca cabeza para las mates»?.

Sin embargo, un reciente estudio suizo, publicado hace sólo unos días en Developmental Psychology y comentado por las profesoras Jennifer Way (de la Universidad de Sídney) y Katherin Cartwright (de la Universidad de Wollongong), sugiere justo lo contrario: contar con los dedos en los primeros años, resulta una ventaja para las matemáticas con el tiempo.

Usar los dedos, ¿problema o ventaja?

La investigación, realizada con 192 niños de entre 4 años y medio y 7 años y medio, siguió su «historia de dedos» a lo largo de siete evaluaciones, en tres años.

Las autoras del estudio –Marie Krenger y Catherine Thevenot, dos destacadas investigadoras en Psicología del Desarrollo de la Universidad de Lausana–, analizaron qué niños usaban los dedos, quién había dejado de hacerlo y quién nunca los utilizaba, y compararon estos patrones con su rendimiento en problemas de suma.

Y los resultados desmontan muchos prejuicios: los niños que nunca usaron los dedos fueron el grupo con peores resultados en cálculo. En cambio, los que habían usado los dedos al principio y después pasaban a estrategias mentales –los llamados «exusuarios»– eran los que mejor resolvían las operaciones en torno a los 6-7 años.

Los pequeños que empezaban tarde a contar con los dedos y seguían haciéndolo más allá de esa edad se quedaban algo por detrás de estos.

Una especie de «pizarra portatil»

En palabras de las expertas australianas, este trabajo «da un paso importante para resolver el debate sobre si contar con los dedos ayuda o estorba en Matemáticas». Y vienen a corroborar que, para los niños, los dedos son una especie de «pizarra portátil»: un apoyo que permite pensar estrategias sin saturar la memoria de trabajo, hasta que el pequeño domina métodos más abstractos.

En realidad, las expertas constatan que esta «cognición encarnada» que implica asociar dedos y números es «hacer lo que sale de forma natural»: el cerebro integra el movimiento de la mano y la cantidad, algo que facilita el recuerdo.

Y, como resultado, los niños que hasta los 7 años aproximadamente se han entrenado con estrategias con los dedos suelen obtener mejores resultados académicos, incluso a futuro –y cuando ya han dejado de emplearlos–, que quienes no lo hacen.

Es decir, que haber contado con los dedos en Infantil y primer ciclo de Primaria no les «atasca» en un método inmaduro; al contrario, parece facilitar el salto posterior a estrategias mentales más eficaces.

Mensaje para los padres

A la hora de referirse a las familias, que normalmente se preocupan por el ritmo del desarrollo madurativo de sus hijos, las autoras son claras: «No hay ninguna necesidad de desanimar a los niños a contar con los dedos en ningún momento. Los niños dejan de usar los dedos cuando ya no los necesitan».

El mensaje de fondo es, en opinión de ambas expertas, claro y tranquilizador para los padres: si tu hijo cuenta con los dedos, no va atrasado; al contrario, probablemente está construyendo, paso a paso, una estrategia para que se le den mejor las Matemáticas... y sacará mejores notas.

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