Portada del disco 'Estados de ánimo', de El Canto del Loco
Música
El Canto del Loco: ascenso y caída de un grupo que marcó una generación
Desde que Dani Martín insinuó el regreso de la banda, los que eran adolescentes por aquella época solo piensan en ponerse de nuevo las zapatillas
A la ya larga lista de regresos, tantos televisivos como musicales, puede ser (como el título de una de sus canciones más populares) que se añada El Canto del Loco. O no. Desde que Dani Martín insinuó a través de un vídeo en sus redes sociales un posible regreso, los que eran adolescentes por aquella época solo piensan en ponerse de nuevo las zapatillas para ir a alguno de sus conciertos. Si los hubiera, claro. No todos confían en que sea cierto y más teniendo en cuenta cómo terminaron.
Años después de su disolución en 2010, el propio Martín terminó por confirmar lo que era un secreto a voces: la mala relación entre sus integrantes. Comenzaron una carrera en solitario que para algunos discurrió con más pena que gloria. En el caso de Jandro Velázquez (el batería) ni siquiera siguió en el mundillo. Hizo las maletas para mudarse a Mallorca y montó dos guarderías. El bajista Chema Ruiz no tardó en formar la banda Belgrado junto a Inés Pardo y Mario de Inocencio; después creó Salvador tóxico con Javier Castellanos y Javier León. Coqueteó además con la industria vinícola.
David Otero se convirtió en El pescao y lanzó varios discos al mercado, pero ni se acercó al éxito cosechado con El Canto del Loco. Mejor le fue a Dani Martín. Con su primer disco, Pequeño, consiguió tres discos de platino y 180.000 copias vendidas, además de éxitos como 16 añitos, y con el segundo CD alcanzó las 800.000. Después llegaron Mi teatro, La montaña rusa y en 2020 salió Lo que me dé la gana. También hizo sus pinitos en el mundo del cine, de la mano incluso de Pedro Almodóvar en Los abrazos rotos.
Aunque ya nada volverá a ser como antes, una reunión del grupo haría ilusión a muchos. Sería revivir los grandes hits de esta banda que nació en 1994 gracias a Dani Martín y al guitarrista Iván Ganchegui, que años después terminaría por abandonar el grupo en su mejor momento para montar su propia productora. Se conocieron estudiando Arte Dramático en la escuela de Cristina Rota y no tardaron en darse cuenta de que compartían el mismo sueño y los mismos gustos musicales. Como grandes admiradores de Radio Futura y de su canción El canto del gallo se pusieron el nombre de El Canto del Loco.
Después de varios integrantes que decidieron marcharse (seguro que aún hoy se lamentan de su decisión), a estos dos se unieron David Otero, Jandro Velázquez y Chema Ruiz. Por aquel entonces no tenían mucho dinero. Ensayaban día y noche en una nave industrial de Algete (Madrid), buscando su propio estilo mientras sus amigos hacían de críticos. Su gran oportunidad llegó de la mano del productor Pedro del Moral, que no tardó en darse cuenta del filón del grupo. Les fichó la discográfica Ariola Records (hoy Sony Music) y sacaron su primer disco: El Canto del Loco. Poco a poco fueron limando su estilo hasta llamar la atención con A contracorriente (2002), que les dio su primera nominación -sin éxito- a los MTV Europe Music Awards. Fue entonces cuando llegó la colaboración de Amaia Montero en Puede ser, quizá una de las canciones más exitosas del grupo pero, sin duda, una de las que menos pegue con su estilo.
En su mejor momento, Iván Ganchegui les abandonó pero siguieron adelante con cuatro integrantes. Grabaron Estados de ánimo (2004), que supuso otro éxito para la banda española. Llegó de nuevo la oportunidad de resarcirse en los MTV y consiguieron hacerse con el premio a Mejor artista por encima de Alejandro Sanz o La Oreja de Van Gogh.
Más tarde llegaron Zapatillas (2005), Personas (2008) y De personas a personas (2008), este último con una acogida ya más modesta. Por aquel entonces, las discrepancias en el grupo ya eran más que sonadas y no fue de extrañar que en 2010 decidieran emprender caminos por separado. Solo se pusieron de acuerdo para denunciar por apropiación indebida a su exrepresentante Carlos Vázquez Moreno, más conocido como ‘Tibu’, quien el pasado año se cobró su propia venganza en forma de memorias. No salen bien parados en sus páginas después de mandarle a la cárcel, sobre todo Martín. Culpa a Patricia Conde, que por aquel entonces salía con el cantante, de ser la que precipitó la separación y tacha a los integrantes de músicos pésimos y cobardes. Ni siquiera, según su versión, fueron capaces de decirle a la cara a Jandro que querían que se fuese del grupo. Fue el propio Tibu quien lo hizo una tarde de domingo. «Dani, que era quien mandaba, se quejaba de que Jandro era un gordo, que tocaba fatal y, para colmo, tomaba cocaína. En honor a la verdad, he de decir que Jandro estaba igual de gordo que al principio, tocaba igual de mal o de bien que los demás miembros del grupo y yo, personalmente, jamás le vi tomar ningún tipo de droga», se puede leer en las memorias refiriéndose al momento en el que Martín decidió expulsar al batería de la banda en 2008. En cuanto al fin del grupo cuenta que con la muerte de la hermana de Martín y la entrada en escena de Conde, el artista no quería hacer los conciertos: «La gira fue un infierno de reproches, malos rollos, y ruina... una ruina de cojones».
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Habrá que esperar a las 21 horas del miércoles para que se resuelva el misterio. Puede que al final solo sea que Martín saque un disco con canciones de la banda, como aseguró hace un año en una entrevista en Cadena Dial. «Ya tengo grabado y terminado un disco con canciones de la etapa de El Canto. Las más queridas por el público. Me ha apetecido hacerlo como me gustaría que sonara hoy. Es mi homenaje a aquellos nueve años tan maravillosos y a mi primo y a lo que hicimos juntos», contó.
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