Por qué Raphael se escribe con 'ph' y otras curiosidades en su 79 cumpleaños

Raphael celebra su 79 cumpleaños. El icónico y respetado artista, que se encuentra en plena gira por España con motivo de sus 60 años sobre los escenarios, ha sumado una nueva vuelta al sol en el que tal vez sea uno de los mejores momentos de su carrera musical, la cual comprende grandes éxitos que, sumados a los personales, le han hecho vivir maravillosas etapas de esplendor que hoy todavía sigue recordando con anhelo.

Nacido en Linares, Jaén, en 1943 y en el seno de una familia humilde, Raphael descubrió su pasión por la música con tan solo tres años, edad con la que se subió por primera vez a un escenario. Tan solo un año después, el denominado Ruiseñor de Linares se apuntó a un coro infantil. Fue allí donde empezó a formarse como cantante. Y es que era tal su valía para lo artístico, que a los 9 años fue proclamado la mejor voz infantil de Europa en el Festival de Salzburgo, Austria. No era algo normal que a su edad ya mostrase semejantes dotes musicales, pero teniendo en cuenta que su madre, Rafaela Sánchez, se pasaba los días cantando mientras realizaba las tareas del hogar, no es algo que resulte tan extraño.

A finales de los años 60, cuando acababa de cumplir los 17, Raphael decidió empezar a dar significativos saltos con los que pasar de ser un cantante nacional a un artista reconocido a nivel internacional. A esta edad, el intérprete de Escándalo se colaba en un bar de alterne con un objetivo muy claro: ver a Manuel Alejandro, el que más tarde sería su principal compositor, tocar el piano. Aquellas canciones interpretadas por el músico jerezano resultaron ser las primeras que grabó Raphael. Fue en el año 1962 y para Philips, de donde dicen que cogió el ‘ph’ para su nombre artístico. Tras esto, participó en el Festival de Benidorm, donde obtuvo su primer triunfo al ser condecorado con el premio de interpretación.

Ya en 1966, el de Linares fue elegido para representar a España en el emblemático Festival de Eurovisión, certamen donde quedó en séptima posición con la interpretación de Yo soy aquel. Al año siguiente volvió, aunque en esta ocasión, con Hablemos del amor. Mejorando los datos registrados en la anterior edición, logró ocupar el sexto puesto. Nunca llegó a ganar, pero su paso por el afamado Festival le dio la posibilidad de cruzar el charco.

No pasó mucho tiempo hasta que logró abrirse una puerta musical en Latinoamérica, mercado al que poco después integró a reconocidas estrellas de la talla de Julio Iglesias o Camilo Sesto. De ahí a Estados Unidos, territorio en el que pudo dar a conocer el producto español a través de actuaciones llevadas a cabo en El show de Ed Sullivan, o en el Madison Square Garden de Nueva York. Sus éxitos musicales se fueron sucediendo de manera continua. Tanto, que incluso llegó a ganar un disco de uranio, un reconocimiento que solo han logrado él, AC/DC, Queen y Michael Jackson.

Al mismo tiempo que sus éxitos musicales se disparaban, el de Linares curtía su carrera interpretativa participando hasta en doce películas y en varias obras de teatro, la mayoría de ellas, representadas en los setenta en el Teatro Monumental de Madrid. A sus 79 años y 60 sobre los escenarios, el flamante artista andaluz sigue llegando teatros y estadios igual o incluso más que el primer día. No tiene un público atribuido, sino que con su música consigue conquistar a cada generación, y prueba de ellos son las canciones que siguen sonando en radios, programas y plataformas de todo tipo.

Su vida personal tampoco ha logrado pasar desapercibida para los medios de comunicación. El hecho de que se convirtiese en un ídolo de masas, le hizo posicionarse en el centro de todas las miradas. Así, en el plano sentimental, destaca por encima de resto su longevo matrimonio con Natalia Figueroa. El cantante y la nieta del conde de Romanones se convirtieron en marido y mujer el 14 de julio de 1972 en Venecia. 50 años de amor han dado para mucho, entre otras cosas, para formar una familia junto a sus hijos Manuel, Alejandra y Jacobo, y para callar a todos aquellos que decían que su historia no iba a perdurar en el tiempo ¡Larga vida al maestro!