La siesta de Patricia Llosa durante el discurso de Mario Vargas Llosa en París

Ayer fue un día histórico para Mario Vargas Llosa. El escritor se ha convertido en el primer latino en ingresar a la Academia Francesa de la Lengua. En este día tan especial, el Premio Nobel ha estado acompañado de su familia más directa, sus hijos, Gonzalo, Álvaro y Morgana, sus nietos y su exmujer, Patricia Llosa, con la que está volviendo a retomar su relación tras haber finalizado su romance con Isabel Preysler.

A partir de ahora ocupará el sillón número 18 de la Academia, que anteriormente perteneció a Michel Serres y al pensador Alexis de Tocqueville. A sus 86 años, Mario Vargas Llosa ha hecho historia y para él es un gran honor poder haber ingresado en esta institución con su avanzada edad, al menos así lo ha expresado durante su discurso. Este esperado momento ha durado, concretamente 63 minutos y para algunas personas, se ha hecho largo.

Una de las imágenes más comentadas durante su hora de discurso fue la de su exmujer Patricia Llosa quien no ha podido evitar bajar la mirada y echar una cabezada durante algunos de los momentos de la ceremonia. Es evidente que han sido unos días de muchos nervios y emociones y es probable que la falta de sueño le haya pasado factura a la madre de los hijos del escritor. Además, mucho de los asistentes han confirmado que la temperatura de la sala era muy fría, lo que ha podido influir también en el sueño de Patricia Llosa.

Tras varios días donde han estado en el centro del huracán mediático, desde donde se comenta su posible reconciliación, Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa han tenido que cumplir con los numerosos compromisos previos al acto de ingreso. El día anterior a la ceremonia, acudieron a un cóctel de bienvenida, donde llegaban con una gran sonrisa en sus rostros, emocionados por el momento de éxito profesional que está viviendo el autor de La ciudad y los perros.

Sus últimas fotografías juntos dejan entrever una probable reconciliación entre ellos. Junto a sus hijos, están intentando transmitir una imagen de familia unida ante cualquier adversidad. Prueba de esto es uno de los últimos tweets de Álvaro Vargas Llosa, el hijo del que fue matrimonio, donde ha expresado el orgullo que siente al ver a sus padres de nuevo unidos en un día tan especial como el de ayer: «Nadie merecía estar en primera fila más que ella. La mujer de su vida, dicen los cursis. No solo los cursis. Los inmortales también».

Muchos opinan que estas palabras que publica Álvaro son una declaración de intenciones hacia Isabel Preysler, la mujer con la que ha compartido los últimos años su padre. A pesar de que la ruptura entre Mario e Isabel ocurrió hace dos meses aproximadamente, la reina de corazones estuvo de una manera omnipresente durante la ceremonia. Fue la filipina junto a su hija, Tamara Falcó, las encargadas de personalizar la espada Excálibur con la que el académico acudió a su ingreso.

La ceremonia ha estado marcada por grandes reconocimientos al escritor y fuertes aplausos con los que los asistentes recibían a Vargas Llosa a la Academia Francesa. Su discurso ha contemplado sus primeras andaduras en la literatura, donde muchos autores franceses han influenciado en algunas de sus obras: «Flaubert fue y será siempre mi maestro», decía. Citando sus orígenes, también ha comentado como los intelectuales latinoamericanos siempre han tenido como referente la cultura francesa.

Otro de los momentos más esperados del evento era el reencuentro entre el Premio Nobel y el Rey Juan Carlos, quien ha viajado desde Abu Dabi junto a su hija, la Infanta Cristina para estar al lado de su amigo. Ambos se han sentado junto al escritor.