La inesperada confesión política de Mala Rodríguez que ha revolucionado las redes

Una vez más, Mala Rodríguez ha sido protagonista de la actualidad y no por su música. Si algo ha caracterizado siempre a la intérprete de Mujer Bruja, eso ha sido su sinceridad, el expresar a los medios de comunicación todo aquello que opina sin pelos en la lengua. Motivo que le ha llevado a formar, una vez más, un revuelo en torno a la política. «Pedro Sánchez tiene miedo de mí», es uno de los titulares que ha dado en su última entrevista.

Con motivo del lanzamiento de su último tema, la de Jerez de la Frontera ha hablado largo y tendido con El Español, dejando una confesión que ha pillado por sorpresa a todos sus oyentes. Pues, desde sus inicios en la industria musical con tan solo 19 años, ha sido encasillada en la música urbana de ideas políticas que tornaban a la izquierda, algo que parece haber cambiado por completo. «En Andalucía hay una lucha obrera bien gorda y yo eso lo he mamado también, pero he ganado dinero y no lo he repartido como si fuera de izquierdas, o comunista, o socialista, y no me siento de izquierdas, no al ciento por ciento, porque si realmente fuera de izquierdas repartiría todo lo que tengo», ha comenzado explicando.

Sin temor en sus palabras, la intérprete de Quién manda ha insistido en su postura con un claro ejemplo, tocando un ámbito que no es el suyo pero en el que se siente cómoda hablando: «He vivido cuatro años en Cuba y ese sistema tampoco funciona. Sólo tienen dinero unos cuantos y lo demás a repartir, y al final es igual que el capitalismo». Tanto es así que ha confesado que se ve como presidenta del Gobierno.

Además, ha aprovechado su altavoz para alabar el capitalismo compasivo de Noruega, renegando así de los estereotipos económicos de la izquierda de nuestro país: «Se fomenta el emprendimiento y la educación libre, y puedes estudiar lo que quieras, está cubierto por el Gobierno, por el Estado. Y no se pagan tantos impuestos. La gente tiene que vivir, no que sobrevivir». Sin embargo, la base de su argumento no se sustenta, pues ella misma reclama cuestiones propias de una ideología que detesta: «Me encantaría poner una educación libre y gratuita, y una sanidad libre y gratuita, que todo el mundo tenga acceso a una casa y a formación. Esa es la forma de ser libre. Yo quiero que no se paguen tantos impuestos, porque es una mentira: nos están robando en la cara y luego te dicen 'sé pobre, sé pobre’».

Y, por si fuera poco, Mala Rodríguez, en un intento de aportar ideas con las que esté de acuerdo la gente decepcionada con la izquierda de España, ha advertido que formará parte de la política en un futuro no muy lejano. «No me siento parte de ninguno de los partidos que existen ahora mismo, me parece todo medio de Barrio Sésamo, ahora nos van a enseñar qué es la izquierda y qué es la derecha», ha sentenciado. Cabe recordar que sus inicios fueron desde abajo, comenzando por un rap de barrio y coronándose como una de las artistas españolas que cantaban al feminismo. Ya no queda nada de esa Mala Rodríguez, que optó por vender su cuerpo en Only Fans y cambiar radicalmente de bando político.