Con ritos hebreos y en un castillo de película: así ha sido la boda de Courtois y Mishel Gerzig

El fastuoso Chateaux de la Croix des Gardes fue testigo el lunes del enlace de Thibault Courtois y Mishel Gerzig. Construido en 1919 y ubicado en una colina ante las cristalinas aguas de la costa Azul de Cannes, el castillo que apareció en la película de Hitchcock y Grace Kelly Atrapa un ladrón, se convirtió en el entorno ideal para que el portero del Real Madrid contrajese matrimonio con la modelo y militar israelí a la que conoció a través de Instagram durante la pandemia.

Cerca de 300 personas apoyaron al ya matrimonio, entre los que destacan compañeros de equipo del belga como Karim Benzema o Luka Modric. A todos ellos se les instó a que bloqueasen sus agendas los días 25, 26 y 27 de junio para celebrar con ellos su boda de tres días. El domingo 25, durante la fiesta preboda, ya se anticipó que el enlace, previsto para el día siguiente, estaría cargado de romanticismo y momentos especiales.

Los invitados fueron recibidos con una copa de Moët Chandon a su llegada de una botella personalizada con los nombres de los recién casados y esperaron ansiosos la llegada de la novia. Mishel Gerzig eligió caminar hacia el altar donde le esperaba un elegante Courtois vestido de Dolce&Gabanna con un vestido de la firma israelí May Mashiah.

Un diseño nupcial de escote palabra de honor y falda con silueta en A con una llamativa apertura lateral. Prescindió del ramo, pero no de otros complementos básicos en una novia como el velo, que se decidió a llevarlo de tul por capas. Completaban su look unos pendientes de la Joyería Suárez.

Los novios pusieron el broche a su unión en una ceremonia en la que combinaron sus países de origen. Si Cannes fue el sitio elegido por ser el mejor punto entre Bélgica e Israel para el desplazamiento de amigos y familiares, el enlace no fue para menos y estuvo cargada del simbolismo de ambos al combinar el catolicismo con el judaísmo mediante la concatenación de varios ritos que ha culminado con el ritual de romper con el pie una copa de cristal situada en el suelo.

El convite y fiesta posterior estuvieron amenizados por el ritmo de Martin Garrix, amigo de la pareja que se ha convertido en uno de los DJs más reconocidos del mundo. Para estar más cómoda, la modelo y militar israelí optó por cambiar su vestido por un diseño más corto de pedrería a juego con las zapatillas blancas impolutas que lucía en sus pies.

No es ni la primera ni la última boda de futbolistas que sucede en estas semanas. Solo el pasado fin de semana se casaron Kepa Arrizabalaga, Aymeric Laporte y Pau Torres. El día 30 será el turno de Marcos Llorente, y el fin de semana que viene, de Marco Asensio.