Carlos III, este martes, durante una audiencia en Buckingham
Nuevos detalles sobre el estado de salud de Carlos III
El Rey asistirá al servicio religioso del Domingo de Pascua en Windsor para proyectar una imagen de estabilidad, después de que Kate anunciara que también padece cáncer
El rostro de Carlos III, este martes, durante una audiencia en Buckingham resultaba revelador. Acusaba el cansancio y evidenciaba la debilidad de un hombre de 75 años que, a pesar de estar recibiendo tratamiento contra un cáncer, no quiere desatender sus tareas como Rey. No está dispuesto a que la enfermedad le impida asumir el cargo para el que se preparó toda una vida y saca fuerzas para cumplir con actos oficiales, actuando con total transparencia, y permitiendo que le tomen fotos. El Rey está dando una lección implacable de compromiso y sentido del deber, como siempre hizo su madre.
Carlos III se reunió en el salón Billiard del palacio de Buckingham con líderes religiosos de Reino Unido y miembros del Windsor Leadership Trust, que fomenta el diálogo, la armonía y la comprensión entre múltiples religiones. Con un identificador, con la leyenda «SM, el Rey», aparecía conversando alrededor de una gran mesa de madera, con la mirada perdida en algún momento.
Carlos III, con líderes religiosos de Reino Unido
No tardaremos mucho en volverle a ver. Buckingham ha confirmado que Carlos III asistirá al tradicional servicio religioso de Pascua, el próximo domingo, en la capilla de San Jorge de Windsor. Este será, sin duda, el acto más simbólico con el que cumpla desde que el pasado febrero le diagnosticaran un cáncer (no han especificado de qué es) durante un intervención de la próstata. El Rey y su mujer Camila caminarán por el pasillo que enfila a la capilla, protagonizando una poderosa imagen.
Son conscientes de la necesidad de cumplir con este acto, de transmitir una imagen de confianza y estabilidad, después de que la Princesa de Gales anunciara que también padece cáncer. Junto a su marido y sus tres hijos, se ha instalado en la casa campestre de Sandringham, para alejarse del ruido mediático. Sin duda, la jornada estará marcada por la ausencia de Kate y el Príncipe Guillermo.
El Rey está presionando a su equipo médico para que le permita cumplir con más actos públicos, aunque estos representen un peligro para él, por la debilidad de su sistema inmunitario. «Buckingham confirma que el Rey se unirá a Camila y otros miembros de la realeza para el tradicional servicio del Domingo de Pascua. Es un movimiento muy significativo, porque los médicos le están permitiendo que se rodee de más gente, a pesar de estar recibiendo tratamiento», reflexiona Chris Ship, corresponsal de Casa Real del canal ITV.
Los Príncipes de Gales, el pasado domingo de Pascua
Respecto a la evolución de su enfermedad, se conoce que el tratamiento del cáncer será mas largo de lo previsto y el proceso de recuperación se está alargando. «El Rey está frustrado por lo largo que está siendo el tratamiento», según relató su sobrino Peter Phillips a la cadena Sky News de Australia. «Le gustaría poder estar haciendo todo de lo que se siente capaz». Unas palabras controvertidas del hijo de la Princesa Ana, que desbordan la estrategia de comunicación de Buckingham, desde donde no se facilitan datos sobre su enfermedad.
El pueblo ha entendido que con conocer que padece cáncer es suficiente y aplaude también la decisión de Kate de recluirse en Sandringham. «Son dos seres humanos, no una corporación como Apple», asegura un asistente de la Familia Real.
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