
Judith Mascó y Laura Ponte
Los secretos de las supermodelos españolas, en primera persona
Judit Mascó, Laura Ponte, Nieves Álvarez, Verónica Blume, Martina Klein y Laura Sánchez. Seis nombres propios que se convirtieron en personajes más allá de la moda
La idea de contar lo que no estaba contado le rondaba por su cabeza desde niño. Conocer a seis mitos vivientes, protagonistas de las portadas de las mejores revistas de moda y las más deseadas en las pasarelas de los 90, era un desafío que el autor estaba dispuesto a asumir. Y así lo hizo en algo más de doscientas páginas llenas de suculentas historias.
El joven periodista de moda, Luis Sala, se puso manos a obra y lo logró. Sala tiene el mérito de reunir los testimonios de las seis supermodelos más icónicas españolas y que cuenten sus vivencias y la parte desconocida del mundo de la moda, de la belleza y de los focos cuando se apagan. «Es una industria que se desconoce, es un mundo opaco», señala, advirtiendo que la supermodelo como tal ya no va a volver a darse. Y eso que él no vivió los años 90; nació en el 2002.
Seis famosas
Por primera vez Judit Mascó, Laura Ponte, Nieves Álvarez, Verónica Blume, Martina Klein y Laura Sánchez se sinceran en un libro y descubre lo que recuerdan con dolor y con amor sobre aquellos años en los que se convirtieron en auténticos mitos vivientes de la época. Un libro que «les ha gustado» y que está consensuado con sus protagonistas.

El autor con Laura Sánchez
En 'Supermodelos', se habla abiertamente —en algunos casos—, sobre los inicios turbulentos, la presión implacable de la estética y los medios, las intrigas del poder y el precio que pagaron por el paso del tiempo. Unos secretos que es momento de airear. Mascó, por ejemplo, recuerda cuando Steven Meisel, el gran fotógrafo, le hizo cortarse el flequillo para un posado en Vogue USA y como al fotógrafo no le gustó el resultado anuló la sesión. «Yo quiero que me diga por qué me ha hecho cortarme el puto pelo y ahora no le gusto», recuerda que gritaba en su inglés macarrónico Judit Mascó quien confiesa que en ese momento se sintió utilizada. Una escena que le cerró puertas entonces allí. A día de hoy sigue siendo imagen publicitaria de unos cosméticos que vemos en todas las marquesinas, a pesar de sus arrugas, como ella misma dice. «Empezó de lo más bajo y llegó a lo más alto», comenta el autor.
Mitos
Las modas cambian, pero ellas permanecen eternas. Y a sus cincuenta años siguen dejando sin palabras al mundo que las observa, cada vez que aparecen. «Algo que nunca volverá a pasar. Porque se crearon mitos, supermujeres, nombres y apellidos más que perchas que lucían ropa. Y con estas mujeres, primeras y últimas top models, morirá la idea de supermodelo», opina el autor. «Son mujeres magníficas. A unas las conocí en persona y otras por facetime», cuenta a El Debate.

Modelo Nieves Álvarez
En los años noventa, diseñadores y editores de moda revolucionaron la industria, cambiando las reglas del juego para siempre. Las modelos dejaron de ser simples maniquíes en la pasarela para convertirse en ídolos que adornaban las carpetas de adolescentes. «A Nieves siempre le gustó la moda, ella ha estado siempre luchando. Yo puedo, es su lema de vida», dice Luis.
Secretos
Mucha soledad, drogas y algunos problemas alimenticios eran el denominador común del planeta fashion de los años 90. Experiencias salvajes para la mayoría de las jóvenes que se abrían paso en un mundo difícil que aparentemente era divino. «A Ponte no le gustaba desfilar. Y Martina recuerda que no encajaba en los cánones de los 90, y habla de lo menos dulce de la moda y confiesa que iba muy apretada en las prendas", recuerda Luis.
«Hemos amado la moda y la seguimos amando, pero que para muchas de nosotras ha sido una máquina de tortura disfrazada de purpurina», revela por ejemplo Martina Klein en el libro. Laura Ponte recuerda como no quiso estudiar, aprendió sobre la marcha todo lo que sabe. Ahora diseña moda nupcial, —es nieta de un sastre—, y «pierde dinero», pero vive como le gusta.

Martina Klein
Verónica Blume a los 16 años ganó un concurso que la llevó a instalarse en Nueva York: «Adiós a mi novio, a mis amigos, a ser una adolescente. Me pesaban a diario, me controlaban la comida. Ahí empecé a esconder comida, a desarrollar una bulimia y a fumar como un carretero», cuenta recordándolo horrorizada.
«De Laura Sánchez desconocía casi todo, salvo que hizo los Hombres de Paco. Me enseñó cosas que no se sabían... Por ejemplo que fue modelo de cabina de Saint Laurent», recuerda el autor del libro. «Soy modelo y me siguen llamando. Hace poco fuimos a un desfile, Martina, Vero, Judit y yo en Ibiza. Viejas glorias y chicas jovencísimas...», escribe Sánchez haciendo gala de su humor.

Veronica Blume
Seis testimonios en primera persona de una época reciente en un mundo alborotado, como es el del arte de hacer moda. Pocos kilos y mucho dinero. Luces y sombras de un oficio no apto para cualquiera.