La Reina Letizia se sincera y confiesa su rutina diaria nada más despertarse

Con la profesión periodística como bandera, resulta fácil saber cuál es una de las pasiones de la Reina Letizia: la literatura. La mujer de Felipe VI es una confesa lectora y no duda en apoyar cada año distintas iniciativas relacionadas con el sector. Si hace poco visitó un colegio para leer un cuento a una pequeña clase de niños, ahora lo ha hecho con la cuesta del Moyano, la mítica calle de Madrid conocida por albergar puestos de libros de segunda mano.

Ahora que cumple cien años de vida ha visto el momento adecuado para realizar una visita. Fue el pasado viernes por la mañana, un acto al que acudió con un elegante total look en negro con jersey, pantalones capri y merceditas de charol. Tan solo la gabardina de vichy rompía su apuesta monocromática para visitar esta feria del libro permanente entre Atocha y el Jardín Botánico. La Reina Letizia recorrió las 30 casetas que pueblan la histórica cuesta y compró varios libros a su paso: El vendedor de libros viejos, de Stefan Sweig; Monstruos y lógica, de Chesterton; Cartas de un poeta, de Edgar Allan Poe; y Fábulas fantásticas, de Ambrose Bierce.

La Reina confesó, poco después, que dos de los aspectos más importantes de su vida son los libros y la radio. «Si alguien me llama viejuna, pues a lo mejor con razón, pero yo siempre con la radio y con el libro», confirmó ante los medios allí congregados. Al hablar de la radio también se arrancó a confesar su rutina de cada mañana. Y es que la madre de la Princesa Leonor no se levanta como suele ser habitual.

«En mi caso no me despierto ni con alarmas ni con pitidos. Yo abro los ojos con las voces de las personas muy amables que me cuentan cómo va la vida», reconoció ante los periodistas de Radio Madrid. Por lo tanto, queda claro que lo primero que hace al despertarse es escuchar la radio, un medio por el que siente especial devoción, ya que su abuela paterna, Menchu Álvarez del Valle, fue locutora en Asturias durante más de cuatro décadas.

«La verdad es que la radio en España acaba de cumplir 100 años y vosotros el mes que viene vais a celebrar vuestro primer centenario de Radio Madrid, así que felicidades a todas las personas que trabajáis en la cadena Ser de Madrid. A los oyentes también y felicidades a un medio de comunicación, la radio, que desde luego exhibe como nunca una fortaleza y una lozanía de juventud que son envidiables», confesaba en directo antes de explicar que se incluye entre «los millones de españoles» que sintonizan la radio a diario porque «no podemos vivir sin ella».

Lo que sí se desconoce es si es una rutina desarrollada en palacio, una vez convertida en princesa primero y en Reina después, o si es el método que ha utilizado siempre, especialmente cuando se tenía que levantar a las tres de la madrugada para presentar los informativos matutinos en Televisión Española.

En este caso, ella misma explicó que el desayuno era la comida principal de todo su día. Era el mejor ejemplo del dicho popular que defiende que hay que desayunar como un Rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo. «Hay que desayunar bien porque luego hasta las 16:30 o 17 horas no puedes comer», reconoció en una entrevista para el programa Lo+Plus antes de explicar que siempre tomaba platos como merluza en salsa o caldillo extremeño. Un hábito alimenticio poco convencional, sin duda, pero que le aportaba la dosis de energía necesaria para aguantar una dura y larga jornada de trabajo.