La histórica marca de sombreros con la que Victoria de Marichalar triunfó en la Feria de Abril

un estilismo regio, depurado y fiel a su estilo personal. Victoria de Marichalar se ha coronado como una de las invitadas más elegantes en el Real de Sevilla vestida de amazona con un catite —un sombrero tradicional de Andalucía—, firmado por Fernández y Roche. Una elección que confirma el auge de la artesanía sevillana entre las nuevas generaciones de iconos de estilo.

Detrás de este gesto estilístico se esconde una reivindicación por la artesanía local, el legado cultural andaluz y el saber hacer transmitido de generación en generación. Prueba de ello es su última colaboración con Cherubina, otra firma sevillana que comparte el amor por el detalle y la elegancia atemporal. Juntas han creado una colección cápsula que rinde homenaje a la tradición andaluza, pero con un lenguaje contemporáneo: sombreros que respiran herencia, sofisticación y carácter, pensados para perdurar más allá de cualquier tendencia pasajera.

Fundada en 1885 por José Fernández Caro y Antonio Roche Verdugo, Fernández y Roche es una firma de oficio que ha sabido evolucionar sin renunciar a su esencia. Con una trayectoria de 140 años, la casa sombrerera ha mantenido viva una tradición manufacturera única que apuesta por la producción local en su emblemática fábrica de Sevilla. Allí, artesanos con más de tres décadas de experiencia transforman materiales de la más alta calidad en piezas que trascienden la moda para convertirse en verdaderas joyas, objetos de colección.

Sin embargo, el éxito de esta firma sevillana ha conseguido extenderse allende del territorio español, dejando su huella en momentos históricos de la cultura y la moda internacional. Entre sus hitos más recientes: la colaboración con Dior en su desfile Crucero celebrado en Sevilla en 2023. Para tal ocasión, la maison francesa confió en el savoir-faire de Fernández y Roche para convertir en realidad los diseños del prestigioso maestro sombrerero Stephen Jones