
Penélope Cruz y Javier Bardem, durante el festival de cine de San Sebastián
Gente
La depresión de Penélope Cruz que Bardem no supo ver: «No comprendí la dimensión de lo que era»
El actor ha revelado uno de los capítulos más íntimos de su vida en común: la depresión posparto que la actriz atravesó tras el nacimiento de su primer hijo
Se conocieron entre jamones y pasión ibérica, rodando Jamón, jamón en 1992. Ella tenía apenas 16 años; él, 23. Eran dos jóvenes intérpretes con talento en bruto y una química que, aunque evidente en pantalla, no se transformó en romance fuera del set. Aquel primer encuentro profesional fue el prólogo de una historia que tardaría casi dos décadas en escribirse de verdad. No fue hasta 2007 cuando decidieron comenzar una relación sentimental, sellando su compromiso tres años más tarde, en una ceremonia íntima celebrada en Las Bahamas, lejos de los focos y la prensa.
Desde entonces, Penélope Cruz y Javier Bardem han formado una de las parejas más sólidas —y discretas— del cine internacional. Viven alejados del exhibicionismo mediático, comparten oficio, valores y dos hijos en común: Leo, nacido en 2011, y Luna, en 2013. Los han criado con la misma sobriedad con la que gestionan su fama: sin redes sociales, sin acceso temprano a pantallas, protegiendo una infancia libre del ruido digital. «No queremos que sus cerebros se desarrollen con una visión distorsionada del mundo», ha explicado ella en más de una ocasión.
Pero como toda historia real, la suya no ha estado exenta de sombras. A lo largo de estos años, han atravesado momentos difíciles, y uno de los más delicados tuvo lugar tras el nacimiento de su primer hijo. En una entrevista reciente con The New York Times, publicada durante la promoción de F1: La Película, Bardem habló por primera vez abiertamente sobre esa etapa compleja. «Fue un acto de amor tener hijos con Penélope», dijo. «Queríamos crear algo hermoso juntos».
Sin embargo, tras el nacimiento de Leo, su esposa atravesó una depresión posparto. «Como hombre, has acompañado a esa persona, pero no has pasado por lo que ella ha pasado», reflexionó el actor. «El embarazo no fue tan malo. Fue la depresión posterior. No era capaz de manifestarlo, y era muy nuevo para ella». Y añadió, con honestidad: «Ahora está mejor, pero hace 14 años se preguntaba: ‘¿Está bien compartir esto con mi esposo? ¿Está bien sentirme así cuando se supone que debo sentir lo contrario?’».El protagonista de No hay país para viejos reconoció que en ese momento no supo dimensionar lo que estaba ocurriendo, pero con el tiempo comprendió la profundidad del dolor. «Es una mujer increíble, valiente, fuerte y hermosa por haber podido compartirlo», dijo, en una de las declaraciones más personales que ha ofrecido públicamente.

Se conocieron en el rodaje de Jamón, jamón, pero tardaron 20 años en materializar su relación
Penélope, por su parte, ya había anticipado años atrás su fuerte deseo de ser madre, pero también su determinación de esperar el momento adecuado: «Desde niña sabía que quería tener hijos, pero quería hacerlo cuando fuera mayor. Sabía que sería lo más importante que haría en mi vida».
Javier Bardem también ha sido sincero sobre sus propios episodios de vulnerabilidad. En la misma entrevista, reveló que a los 37 años atravesó un período de profunda tristeza tras el fin de una relación anterior. «Me sentía desconectado de los placeres de la vida. Nunca llegué a un punto en el que pensara en cosas oscuras, pero estaba triste. Me costó un tiempo salir de esa situación», confesó.
Hoy, ambos actores siguen compartiendo vida, proyectos y una filosofía común que prioriza lo esencial. Han hecho de la intimidad su refugio, del silencio una forma de respeto y del compromiso mutuo una elección diaria.