El negocio con el que Federer ha ganado tres veces más que con el tenis

Roger Federer colgó la raqueta en 2022 con una de las carreras más brillantes en la historia del tenis: 20 títulos de Grand Slam, ocho coronas en Wimbledon y una elegancia que redefinió el deporte. Pero el suizo, a sus 43 años, ha demostrado que su maestría no se limitaba al césped. Hoy, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, su fortuna supera los 1.300 millones de dólares, lo que lo convierte en el primer multimillonario del tenis.

Paradójicamente, solo una fracción de esa cifra -130,6 millones de dólares-, proviene de su desempeño deportivo. El grueso de su patrimonio se ha forjado fuera de las pistas, en un terreno muy distinto: el de las inversiones estratégicas, las grandes marcas y la visión empresarial.

Uno de los momentos clave en la expansión de su fortuna fue su decisión, en 2018, de finalizar su histórica relación con Nike, iniciada cuando tenía apenas 13 años. La apuesta fue arriesgada: dejar la marca que lo acompañó durante dos décadas. Pero pronto firmó un contrato por 300 millones de dólares con Uniqlo, a diez años, que resultó ser mucho más que un simple cambio de camiseta.

Aquel movimiento fue el comienzo de una nueva etapa. Federer consolidó una cartera de patrocinadores premium que incluye a Rolex (unos 8 millones anuales), Mercedes-Benz (5 millones), y Lindt, además de acuerdos con Barilla, Moët & Chandon, Wilson, Sunrise, NetJets o UBS. Más que un embajador de marcas, Federer se convirtió en un símbolo global de excelencia, estilo y fiabilidad, atributos muy cotizados por las grandes compañías.

Las zapatillas de moda

Pero su jugada más audaz y rentable llegó en 2019, casi por casualidad. Su esposa Mirka y algunos amigos comenzaron a hablarle con entusiasmo de unas zapatillas suizas llamadas On. Federer las probó, quedó encantado y no solo decidió usarlas, sino comprar aproximadamente un 3% de la empresa. También colaboró activamente en el desarrollo de una línea propia. La apuesta se transformó en un fenómeno: On se popularizó rápidamente en EE. UU. y su salida a bolsa consolidó su valor en unos 17.000 millones de dólares. La participación de Federer en la empresa está hoy valorada en más de 500 millones, una cifra que supera, con creces, todo lo que ganó dentro de una cancha.

El suizo no ha limitado su nueva etapa a lo financiero. Fundó la empresa de representación Team8, impulsora de la Laver Cup, y mantiene activa su fundación benéfica, con la que ha canalizado más de 70 millones de dólares hacia proyectos educativos en África y Suiza. Vive con su familia en una residencia moderna a orillas del lago Zúrich, pero conserva otras propiedades en zonas como Dubái y los Alpes suizos.

Federer, que ha sabido combinar bajo perfil y visión estratégica, ofreció en 2024 un discurso a los graduados de Dartmouth College donde resumió su filosofía con sencillez: «La vida es mucho más grande que la cancha». Una frase que parece hablar tanto del tenis como de su vida actual. Como Michael Jordan, LeBron James o Tiger Woods, Federer pertenece ahora a esa élite de atletas que lograron trascender su deporte para convertirse en imperios personales. Solo que en su caso, lo hizo con la misma discreción con la que ganaba en silencio, punto a punto.