Castillo de Viñuelas, en llamas
Las llamas devoran parte del Castillo de Viñuelas, escenario de bodas VIP y antigua residencia de Franco
Con salones nobles, cacerías de ciervos y bodas de alto perfil, esta fortaleza —antigua residencia provisional de Franco y escenario de enlaces como el de Lolita Flores
El incendio declarado este lunes en Tres Cantos a las 19:45 horas, en una zona de vegetación del este, arrasó en menos de 24 horas más de 1.500 hectáreas y dejó una víctima mortal. Las llamas, avivadas por un brusco cambio en la dirección del viento, avanzaron seis kilómetros en apenas 45 minutos hasta alcanzar el Soto de Viñuelas, enclave de alto valor natural y patrimonial al norte de Madrid, obligando a evacuar viviendas y poniendo en serio riesgo el Castillo de Viñuelas.
Propiedad privada y habitual escenario de bodas y eventos exclusivos, el castillo se ha visto afectado por las llamas. Según un trabajador, el fuego se detuvo entre el invernadero y la edificación principal, preservando la estructura histórica del siglo XVII. Solo el salón de banquetes contiguo, de construcción moderna, ha resultado dañado, y la mayoría de los ciervos logró huir a tiempo.
La finca, de 3.028 hectáreas y rodeada por un muro de piedra de 42 kilómetros, forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y conserva un valioso encinar salpicado de fresnos, enebros y jarales. Alberga una notable fauna ibérica —ciervos, gamos, jabalíes, perdices, patos y rapaces como el milano— junto a manantiales y arroyos.
Castillo de Viñuelas
Los orígenes documentados de la fortaleza se remontan a 1285, cuando Sancho IV de Castilla donó estas tierras a García López de Saavedra. Integrada en el señorío del Real de Manzanares y vinculada durante siglos a la Casa de Mendoza, fue residencia de nobles y monarcas. En 1697, la marquesa de La Breña y Mejorada del Campo mandó levantar sus cuatro torres almenadas, configurando la silueta actual.
A lo largo de los siglos, su valor cinegético atrajo a Felipe V, Fernando VI y a Carlos III, quien impulsó profundas reformas y construcciones auxiliares. En el siglo XIX, el duque del Infantado encargó al arquitecto Vicente Lampérez una remodelación que incorporó elementos góticos procedentes de Segovia y de otros monumentos desamortizados. En 1870, el financiero José Campo adquirió la finca y emprendió una restauración integral que devolvió esplendor medieval a la estructura y refinamiento artesanal a sus interiores.
Salón de banquetes del Castillo de Viñuelas
En 1939, tras la Guerra Civil, el arquitecto Diego Méndez lo adaptó en tiempo récord como residencia provisional de Francisco Franco mientras se acondicionaba el Palacio de El Pardo. Desde entonces ha pasado por distintas manos —Banco Santander, familia Urquijo, familia Colomer— hasta su actual propiedad privada.
Presenta planta cuadrada, tres alturas —cuatro en los torreones— y una fachada principal con pórticos, escudo señorial y gárgolas góticas. En su interior destaca la Sala de Armas, con techo nervado, lámparas de araña y una chimenea de piedra esculpida. Entre sus dependencias complementarias figuran el Pabellón de Caza, de estilo rústico y amplios salones con cúpulas de ladrillo, y el Mirador de Cristal, rodeado de jardines y terrazas.
En las dos últimas décadas ha sido escenario de enlaces mediáticos como los de Lolita Flores y Pablo Durán (2010), René Ramos y Vania Millán (2014), Kiko Matamoros y Makoke (2016) o el chef Ramón Freixa. Una leyenda añade un matiz oscuro: se cuenta que Alfonso XI regaló el lugar a su amante Leonor Núñez de Guzmán, cuyo trágico final dio origen a la superstición de que los matrimonios celebrados allí están condenados al fracaso.