La Gran Duquesa Maria Teresa de Luxemburgo
Los planes de la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo en su nueva vida sin corona
Tras veinticinco años de reinado, el Gran Duque Enrique de Luxemburgo abdica el trono en favor de su hijo mayor, el Príncipe Guillermo el próximo octubre
La vida de la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo está a punto de dar un giro radical. El próximo mes de octubre, los Grandes Duques dejarán paso a su hijo y heredero Guillermo y a su nuera, la Princesa Estefanía, y comenzarán una nueva etapa vital. Una etapa para la que la Gran Duquesa tiene previstos muchos planes como, por ejemplo, viajar por carretera por Europa o recorrer el Himalaya en moto.
Su historia
María Teresa de Luxemburgo, nacida como María Teresa Mestre Batista en La Habana el 22 de marzo de 1956, se convirtió en la Gran Duquesa consorte de Luxemburgo tras su matrimonio con el Gran Duque Enrique de Luxemburgo. Se casó el 14 de febrero de 1981 en la Catedral de Santa María de Luxemburgo con el entonces heredero. Una boda que no despertó mucho entusiasmo en su suegra, la Gran Duquesa Josefina Carlota. Es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Ginebra, -igual que su marido-, donde se conocieron e iniciaron su noviazgo.
Los Herederos de Luxemburgo, en sus retratos oficiales antes de asumir el trono
Una vez jubilada de la agenda oficial, María Teresa de Luxemburgo seguirá volcada con las causas sociales que tanto le preocupan, tal y como ella misma dijo en Paris Match . «Tendré más tiempo para dedicarme a mi fundación para la educación y la asistencia a personas vulnerables en Luxemburgo». Pero podrá dedicarse también a otros planes más mundanos que le ilusionan, como viajar en moto por el Himalaya. Y por supuesto pasar más tiempo con sus hijos y nietos. Próximamente se convertirán en abuelos por novena vez ya que la Princesa Alejandra va a ser madre de nuevo.
Los Grandes Duques de Luxemburgo
Eso sin olvidar la mudanza, pues María Teresa de Luxemburgo y su marido regresan a Fischbach, la casa donde nacieron sus cinco hijos, donde aún viven los herederos. «Tener un poco más de paz y tranquilidad», dice el Gran Duque Enrique en Paris Match cuando le preguntan por el futuro al margen de la corona.
Tranquilidad que llegará a partir de las celebraciones previstas para los días 3, 4 y 5 de octubre cuando Luxemburgo viva la abdicación del Gran Duque Enrique y la proclamación de su hijo, Guillermo como sucesor. Un relevo histórico y similar al ocurrido en la generación anterior que está diseñado al milímetro con cena de gala, saludo desde el balcón y encuentro con los ciudadanos.
La cuenta atrás está en marcha y en palacio tienen ya todo previsto. El Príncipe Guillermo, que lleva casi doce meses ejerciendo como lugarteniente de su padre en una especie de ensayo general, está perfectamente preparado. Su madre, la Gran Duquesa y el gran amor de su padre, está a punto de escribir un nuevo capítulo en este cuento de hadas hecho realidad.