Nuria González en Madrid
El nuevo libro que tiene entre manos Nuria González (y no es el de Mar Flores)
En Madrid, en pleno barrio de Salamanca, la viuda de Fernando Fernández Tapias salió a comer con un grupo de amigas en plena tormenta por las memorias que acaba de publicar Mar Flores
Hubo un tiempo muy lejano en el que Mar Flores y Nuria González fueron amigas. Cuando ambas eran jóvenes modelos y compartían el mismo entorno social abriéndose paso en los medios de comunicación de los años 90. Las dos amaron al mismo hombre, el empresario Fernando Fernández Tapias, pero en diferentes momentos de sus vidas aunque no muy lejanos en el tiempo. Mar Flores se fue con Alesandro Lequio, tras dejar atrás su sonado romance con el naviero, llamado popularmente Fefé, que terminó casándose con Nuria González; aunque nunca dejó de estar conectado con la popular modelo convertida ahora en escritora ocasional. La amistad de ambas, Mar y Nuria, se fracturó entonces y así sigue hasta hoy en día.
Nuria González
Una historia que renace ahora de la mano de Mar Flores que la reescribe en su libro de memorias recién salido del horno, donde la modelo deja constancia de que siguió en contacto con Fernández Tapias hasta sus últimos años, años en los que el empresario estuvo muy enfermo y sin salir de su casa en la madrileña urbanización Puerta de Hierro. «Me quería bien y yo a él. Desde mi separación de Javier Merino, volvimos a tener contacto telefónico. Pero poco a poco nos alejamos, él cayó enfermo y nos fuimos distanciando hasta dejar de hablar», relata Mar en su libro Mar en calma.
Fernando Fernández Tapias
«Al poco tiempo de saberse su enfermedad, yo le llamé para interesarme. Pero desde ese momento me cortaron todo tipo de contacto con él. Afortunadamente, pude verle gracias a unos amigos comunes que hicieron de cómplices».
Mar Flores con Fernando Fernández Tapias en 1996
«Me dijeron estos amigos: 'Ven a verle ahora, que no hay nadie. Él te quiere ver, Mar'. Y fui. Aquella fue la última vez que le vi, en ese primer ingreso que tuvo. Y sé, estoy segura, de que él lo orquestó todo para despedirse de mí, porque se vio muy enfermo y sin posibilidad de valerse al cien por cien por sí mismo». Palabras que demuestran el contacto de la expareja, que no serán del agrado de Nuria González, sin duda. La viuda de Fefé, en plena tormenta mediática, salió a comer con un grupo de amigas al nuevo restaurante madrileño de Ramón Freixa, entre las que se encontraba Belén Junco, la autora del ejemplar que Nuria tiene entre sus manos, La digna heredera.