Eugenia Martínez de Irujo desvela el papel que tendrá en la boda de su hermano Cayetano

Dicen que las semanas previas a una boda familiar se viven con más intensidad que el gran día, y eso es justo lo que está ocurriendo en la Casa de Alba. Entre premios, confesiones y detalles de última hora, Eugenia Martínez de Irujo no solo ha acaparado focos por recibir el Premio Diamante a la Excelencia en la categoría Lifestyle & Heritage, junto a su marido, el productor musical Narcís Rebollo, sino también por convertirse en una de las voces que más pistas está dando sobre el enlace de su hermano Cayetano Martínez de Irujo con Bárbara Mirjan, que tendrá lugar este sábado 4 de octubre en la iglesia del Cristo de los Gitanos, en Sevilla.

Con la naturalidad que la caracteriza, Eugenia se detuvo a hablar con la prensa y reveló algunos detalles que han alimentado aún más la expectación: «Cayetano está bien, Bárbara está súper emocionada. Jacobo va a faltar porque está fuera de España. Yo seré testigo con mi hermano Fernando, que está genial». Palabras que confirman la ilusión que envuelve a la pareja y el papel fundamental que desempeñará la duquesa de Montoro en este gran día.

El templo elegido para la ceremonia no podía ser más especial. La iglesia del Cristo de los Gitanos, en pleno corazón de Sevilla, guarda parte de las cenizas de la recordada Cayetana de Alba, madre del novio, a quien además se le dedicó un monumento junto a la capilla. Tras el esperado «sí, quiero», los invitados se trasladarán a la finca Las Arroyuelas, propiedad del novio, donde tendrá lugar la celebración.

El enlace estará cargado de simbolismo y tradición. El XIII conde de Salvatierra de 62 años, volverá a vestir el uniforme de maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el mismo que llevó en su boda con Genoveva Casanova. Precisamente de esa unión nacieron sus mellizos, Luis y Amina, y será esta última quien ejercerá como madrina de su padre. Por su parte, Bárbara, de 29 años, hija única del empresario libanés Bachar Mirjan, llegará del brazo de su progenitor y deslumbrará con un traje nupcial de la prestigiosa firma Navascués. La ceremonia será oficiada por el párroco Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, gran amigo de la familia.

La ausencia de Jacobo

Como decíamos no todos los hermanos estarán presentes en un momento tan señalado. Jacobo Martínez de Irujo, conde de Siruela, ha preferido ausentarse y lo ha hecho saber con una carta de disculpa. Los motivos oficiales se deben a la conmemoración del 20º aniversario de su editorial Atalanta, la promoción de un premio otorgado a su esposa Inka Martín en Canarias y un viaje a Inglaterra para reunirse con la Circular Bioeconomy Alliance del Rey Carlos III.

Sin embargo, lo cierto es que la relación entre ellos ha sido prácticamente inexistente en los últimos tiempos. En cambio, sí estará Fernando Martínez de Irujo, que ejercerá de testigo junto a Eugenia. El marqués de San Vicente del Barco confesó hace poco que padece cáncer, aunque ha querido tranquilizar a todos asegurando que está casi curado y que únicamente le resta completar un tratamiento de radioterapia. Su hermano Cayetano no duda en señalarlo como el único que siempre se ha mantenido justo e imparcial en las disputas familiares.

En este contexto, la presencia de Eugenia como testigo cobra un valor especial. Y es que, aunque durante años fue su hermana más cercana, también llegó a ser una de las que se distanció más tras las tensiones entre el jinete y parte de la familia. Él mismo llegó a reconocerlo con dolor: «A Eugenia han conseguido llevársela de su lado. Eso ha sido una decepción muy grande. Cuando alguien me hace una injusticia flagrante y no quiere ni sentarse a hablar, para mí ha terminado».

Palabras duras que parecían cerrar definitivamente una etapa de complicidad entre ambos. Sin embargo, la Navidad pasada trajo la reconciliación: enterraron el hacha de guerra, se dejaron ver juntos en Nochevieja y volvieron a compartir risas y confidencias, como reflejaron unas fotografías publicadas en redes sociales. Hoy, ya superadas las heridas, Eugenia y Cayetano viven de nuevo esa cercanía fraternal que les ha devuelto la paz justo a las puertas de un día tan señalado.

La historia de amor

El gran día llega, además, en un momento especialmente dulce para la pareja. Tras ocho años de relación, Cayetano y Bárbara han consolidado un amor que nació en el verano de 2016 en Marbella. La diferencia de edad nunca fue un impedimento: ella estudiaba en Londres, pasó un Erasmus en Francia y más tarde se instaló en Madrid, mientras él continuaba en Sevilla.

Bárbara ha estado siempre al lado de Cayetano, especialmente en sus complicados problemas de salud que lo llevaron a someterse a once operaciones intestinales desde 2014. Él no ha dudado en confesar lo que siente: «Es el amor de mi vida. Nunca había conocido a alguien tan afín y tan igual a mí en todos los sentidos. Es una mujer absolutamente excepcional: inteligente y resolutiva como pocas».