Así es Guillermo de Luxemburgo, el nuevo Gran Duque con raíces españolas

Luxemburgo se vistió de gala el pasado viernes para vivir un cambio de trono, con la abdicación de Enrique y la coronación como Gran Duque de su hijo mayor, el Príncipe Guillermo. Un acontecimiento al que asistió una importante representación de la realeza europea entre los que destacaron los Reyes belgas Felipe y Matilde, acompañados de su hija y heredera Isabel, así como los monarcas de los Países Bajos, Guillermo y Máxima, junto con su heredera, Amalia.

Los actos se prolongaron durante todo el fin de semana y terminaron con una misa de Te Deum en la Catadreal con la familia del Gran Duque. A sus 42 años Guillermo de Luxemburgo es el mayor de cinco hermanos y, al igual que otros herederos al trono de Europa como la Princesa Leonor, lleva preparándose toda la vida para su cometido. Por sus venas corre sangre de todos los Reinos como Bélgica, Países Bajos, Suecia o Liechtenstein, además de la cubana por parte de madre, dado que María Teresa de Luxemburgo desciende de una acaudalada familia que hizo negocio en Sudamérica, Estados Unidos y Suiza.

Como sus hermanos, se formó en los mejores colegios del país, para después asistir a la Universidad de Angers, donde cursó Ciencias Políticas. Además, recibió formación militar en la Real Academia Militar de Sandhurst, en Reino Unido; la misma que ha formado a varias generaciones de la nobleza árabe, jordana e inglesa. Sin olvidar al primer ministro británico Winston Churchill o el Rey Alfonso XII.

Además, se define como amante de la música clásica, del arte y la historia. De hecho, en su juventud aprendió a tocar el violín y la guitarra; dos hobbies que compaginó con su pasión por el deporte, siendo el tenis, la natación y el esquí sus disciplinas predilectas.

Guillermo pertenece a la dinastía de los Nassau y los Borbón-Parma por parte de padre, pero tiene mezcla plebeya por el lado de la madre, nacida en Cuba y de raíces españolas, procedente de una adinerada familia dedicada a la explotación del azúcar en la isla, y que tuvo que exiliarse del país tras la Revolución de 1959. Por esta razón, el príncipe habla español fluido, además de inglés, alemán, francés y luxemburgués.

Al casarse en 2012 con la condesa belga Estefanía de Lannoy, Guillermo se convirtió en uno de los pocos miembros de la última quinta de herederos reales europeos que contrajo matrimonio con otra persona de ‘sangre azul’, es decir, perteneciente a la aristocracia. En su día llegaron a compararla con la Princesa Charlene por sus paralelismos en la corte, donde no fue bien acogida al principio por ser extranjera –es belga y se le concedió la nacionalidad diez días antes de pasar por el altar.

Con el paso del tiempo, el problema se centró en su incapacidad para concebir hijo, aunque ella siempre defendió que no se encontraba preparada para ser madre por el momento. Finalmente el heredero, el Príncipe Charles, llegó en mayo de 2020, un momento convulso no solo por estar en plena pandemia, sino porque pocos antes se había dado a conocer el informe Waringo, sobre las cuentas reales y carácter dictatorial de los duques con sus empleados. En 2023, dieron la bienvenida a su nuevo hijo, el Príncipe François. Con ellos viven en el castillo de Berg, residencia oficial del Ducado desde hace décadas.