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Ocupación nazi de Renania

Ocupación nazi de Renania@EsMemorable

Hace 100 años en El Debate

22 de marzo de 1922: el ejército estadounidense se retira del Rin

El Debate informaba en primera plana de que John W. Weeks, ministro de la Guerra de Estados Unidos, anunciaba que el presidente Harding había dispuesto «el regreso de los Estados Unidos de todas las tropas de ocupación en el Rin».

Tras el fin de la Gran Guerra, se firma el Tratado de Versalles en 1919, por el que la parte occidental de Renania, nombre con el que se designa a las tierras a ambos lados del río Rin y que bordea Francia, Bélgica y parte de Holanda, al oeste de Alemania; era ocupada por fuerzas de la Triple Entente y la región quedaba desmilitarizada.

La cláusula establecía una ocupación de las tropas aliadas durante 15 años y además, especificaba tres zonas de ocupación que serían evacuadas por las tropas aliadas en un plazo de cinco, diez y 15 años después de la ratificación formal del tratado que sucedió en 1920. «La evacuación se efectuará gradualmente y los últimos contingentes de tropas deberán llegar a los Estados Unidos antes del 1 de julio», recogía el periódico.

El hecho de que el gobierno alemán no pudiese establecer tropas en Renania fue considerado una humillación. La zona oeste tenía importancia estratégica ante cualquier posible invasión de Francia hacia Alemania y viceversa pues, el río constituía una barrera natural dentro de territorio alemán. Sin embargo, la retirada de los franceses en 1930 dejó un resentimiento en la población local, que acogió con entusiasmo la remilitarización de Adolf Hitler como signo de la restituida soberanía alemana y tres años después, en 1933, cuando Hitler se hace con el poder en Alemania impulsa una iniciativa para la «remilitarización» de Renania.

Dicha reocupación y militarización de Renania se llevó a cabo el 7 de marzo de 1936, vulnerando uno de los puntos establecidos en Versalles: la prohibición de que Alemania estacionara fuerzas militares de cualquier especie en dicha región limítrofe con Francia y Bélgica, sin el permiso previo de tales Estados. Sin embargo, debido a la política de apaciguamiento que adoptó Chamberlain, el primer ministro de Reino Unido, el Gobierno inglés se negó a protestar por esta violación en el tratado.

Parte de la opinión pública británica consideraba que los alemanes solamente «recuperaban su jardín trasero» al estacionar tropas en Renania y no convenía reprocharles esta violación de un tratado internacional, sosteniendo esa política conciliadora para mantener al III Reich en buenas relaciones con el Reino Unido, posición que apoyo el ministro de Asuntos Exteriores británico Anthony Eden.

Sin el apoyo británico, Francia no se sintió lo bastante respaldados para una acción militar de gran alcance y tuvo que aceptar sin reproche la infracción de lo establecido en el Tratado de Versalles.

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